tag:blogger.com,1999:blog-83756983909297576452024-03-05T03:22:26.620-08:00Libros que muerdenLiteratura infantil y juvenil censurada durante la última dictadura cívico militar argentina (1976-1983)Libros Animadoshttp://www.blogger.com/profile/13295942014434897570noreply@blogger.comBlogger34125tag:blogger.com,1999:blog-8375698390929757645.post-10906104211650049682018-02-12T16:04:00.001-08:002018-02-12T16:04:32.100-08:00“Me cautiva mucho más una literatura con inquietudes que sin inquietudes. Y las inquietudes desestabilizan, desordenan, movilizan”Compartimos la entrevista realizada por <b><i>Diario Latino</i></b> a <b>Gabriela Pesclevi,</b> integrante del colectivo “La Grieta” fundado en la ciudad de La Plata en 1993. Con ellos, entre las múltiples actividades que realizan, llevó adelante la investigación que dio origen al volumen <i><b>Libros que muerden</b></i> en el cual se analiza la literatura infantil censurada durante la última dictadura.<br />
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por <b style="background-color: white; border: 0px none; color: #333333; font-family: "Droid Sans", Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 13px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Gito Minore</b><br />
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P-¿Cómo y por qué surge el colectivo “La Grieta”?<br />
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R-Surge hacia finales del año 1992/comienzos del 93 en función de un deseo de realización de una revista. Durante once años realizamos la revista La Grieta y alrededor de la ella hicimos una serie de actividades como recitales de poesía, charlas, proyecciones de películas, seminarios, y particularmente una actividad a la que llamamos “Muestra ambulante” que se desarrolló durante algunos años en el barrio Meridiano V., sitio en el que el grupo cuenta con su cede desde el 2004. A partir de ese momento se realizan actividades múltiples ligadas a los lenguajes artísticos. Dentro de este espacio se aloja la Biblioteca Popular La Chicharra donde se guardan algunas colecciones significativas: “Libros que muerden” (Literatura prohibida infantil y juvenil durante la dictadura); la obra completa de María Elena Walsh; “La muñecoteca”, una experiencia de varios libros y muñecos; “La colección Robin Hood”. La colección completa del Centro Editor de América Latina (que está en formación). Y otros libros de referencia en el campo de las artes y las juventudes.<br />
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<a href="https://www.diariocolatino.com/me-cautiva-mucho-mas-una-literatura-inquietudes-sin-inquietudes-las-inquietudes-desestabilizan-desordenan-movilizan-entrevista-gabriela-presclevi/">Ir a la nota original</a><br />
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<b>P-Durante la última dictadura militar fueron censurados, prohibidos y quemados infinidad de libros ¿Qué fue lo que los motorizó a indagar precisamente en la literatura infantil?</b><br />
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R-Nosotr*s desde la experiencia de LG veníamos trabajando con niños/as y jóvenes desde el año 97 aproximadamente en lenguajes plásticos y literarios, realizando ediciones de libros producidos junto a chic*s. La relación con ell*s y nuestra devoción por pensar las infancias actuales y las otras: las que pasaron hace más o menos tiempo intuyo que nos llevó a encontrarnos con una colección arbitraria que compusimos a partir de la marca, de la tacha, del estigma que dejó el censor sobre una materia tan potente como delicada. Los libros que pudimos encontrar en nuestras niñeces antes de la prohibición o bien, los que no pudimos leer.<br />
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En la decisión de exhibir los libros prohibidos infantiles y juveniles en Argentina, con motivo de los treinta años del golpe (2006) había como una mezcla de razones de orden simbólico.<br />
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En lo personal siempre me cautivó la construcción de un mapa de distintos referentes de la literatura y las infancias porque muchos versos e historias me parecían de una fuerza descomunal para su época, invitaban a pensar a los niños de otra manera, encontrar imágenes para ell*s audaces, presentando intereses diversos, sin infantilizarlos y a la vez haciendo espacio para encontrarnos con eso primero: el juego, la música, los universos donde todo se vuelve posible o imposible. Entonces —en ese recorrido— fueron apareciendo autores que hacia finales de los años sesenta y especialmente en el último golpe cívico militar fueron los que recibieron la orden de censura, de no circulación. Había algo para examinar allí. Porque además se había seguido como dice Gociol e Invernizzi, “un plan sistemático” de cancelación de piezas para niños y jóvenes, no solo bibliografía ensayística y de izquierda.<br />
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Por otra parte no fueron solo una o dos obras paradigmáticas las que se habían cancelado, sino muchos libros infantiles. Eso nos producía desde curiosidad a una necesidad de conocer las razones de prohibición, de saber qué argumentación se había elaborado. Nos parecía que el análisis y la lectura que podían realizar los censores podía explicar además la mirada del mundo que estos portaban. Que eso daba cuenta de tantas otras cosas.<br />
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<b>P-Siendo libros que han sufrido este destino de persecución, imaginamos que habrá sido dificultoso su hallazgo. Contanos ¿cómo fue el proceso de búsqueda, archivo, documentación y posterior curado de la muestra?</b><br />
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R-Efectivamente fue dificultoso encontrar entre el 2005 y 2006 todos los libros prohibidos, porque para comenzar existían varios títulos dedicados al estudio de la censura de libros, pero no reunían un listado de las obras infantiles en su completitud sino de modo fragmentario; aunque se transformaron junto a listas que teníamos (desde unos años atrás), más una información digamos de relatos orales, en nuestras primeras fuentes, y así poder comenzar a pesquisar obras que además estaban perdidas.<br />
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Creo que lo nuestro —durante los primeros años— fue esencialmente poner los libros que habían tenido una clausura a la mano de los lector*s que no habíamos tenido oportunidad de leerlos o aquellos que los habían leído, pero las condiciones hicieron que el miedo fuera la norma, o las nuevas generaciones aproximándose como a una historia de la LIJ.<br />
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Por lo tanto, en un primerísimo momento, teníamos en nuestra biblioteca alguno de los libros que sabíamos que el autor había recibido un tache, y luego cuando decidimos reunirlos salimos en la búsqueda de uno por uno, incluidas aquellas objeciones que se habían realizado a obras escolares para la infancia y la juventud, es decir, una literatura más aplicada al uso de la formación ya sea en Ciencias Sociales como en otras disciplinas, incluso diccionarios. Por lo tanto, el número de obras iniciales fueron alrededor de 18/19 obras, mayormente literatura que se prohibió por decreto, pero luego se fueron sumando otras tantas, incluidos cantidad de fascículos dedicados a la juventud, el estudio de la geografía, la historia, atlas, etc.<br />
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Fue un proceso paulatino de reunión de obras porque muchas podíamos procurarlas a través del mercado de libros antiguos y usados, pero otras, realmente estaban perdidas y había que ver cómo encontrarnos con ellas, ya que no se había realizado una reedición , cosa que ocurrió después de algunos años con obras que nos costó muchísimo encontrar. Como ejemplo cito, El nacimiento, el amor y los niños de Agnes Rosentiehl. Dos libros corrían otra suerte en el mercado de libros de Argentina: Un elefante ocupa mucho espacio de Elsa Bornemann y La torre de cubos de Laura Devetach. Ambas escritoras habían estado prohibidas pero unos años después reestablecida la democracia, se realizaron nuevas ediciones ya que las autoras pudieron continuar su producción poética y pudieron fortalecer y fortalecerse en lo que se llamó “el campo” de la LIJ. Por lo tanto, las historias de los libros corrían digamos diferentes fortunas. Unos circulaban en bibliotecas, otros se volvían a publicar, otros quedaban por completo afuera de la circulación. Ni siquiera se conocían o conocen sus autores, editoriales, etc.<br />
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Paralelamente veníamos estudiando los decretos con las solicitudes de prohibición. Muchos contaban con más de una hoja de análisis donde se exhibían las características de la obra, sus temas. Los censores subrayaban palabras inconvenientes, generaban una lectura minuciosa. Argumentaban las razones porque el libro no podía circular. Es asombrosa la cantidad de obras que se pusieron en tela de juicio y el procedimiento que se generó para su clausura. La lectura de los decretos nos permitía tener el discurso del censor, revisar el tipo de concepción de mundo y de relaciones sociales que esgrimían, una mirada monocorde y dogmática basada en el culto a la patria, desde un ojo reaccionario y segmentado, la imagen de la familia como algo fijo, la promulgación de valores ligados al catolicismo como fe religiosa.<br />
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En resumidas cuentas en los mismos tiempos que estábamos procurándonos los libros prohibidos y perdidos, revisamos otros documentos que nos permitían aproximarnos al devenir de cada uno. Incluso comenzábamos a archivar artículos de diario de la época en los que aparecía públicamente la labor de la censura en el aparato cultural, comunicacional. En algunos casos decidimos que era necesario conocer la obra completa de los autores que fueron objetados. Nos sentimos motivad*s en encontrar todos los libros de Álvaro Yunque, de Enrique Medina y de Pepe Murillo, de Bornemann y así… A la vez que leíamos ficciones estábamos realizando entrevistas a los autores/as, a lectores que se habían formado con esas piezas, realizando lecturas de orden teórico sobre nociones de memoria. Sabíamos que detrás del examen de estos libros, lo que estábamos haciendo era participar de un debate más ampliado sobre formas del recuerdo, una revisión de lo que comenzó a llamarse “el pasado reciente” desde la literatura y desde la posibilidad de crear relaciones de los libros entre los objetos y las acciones que comenzábamos a desplegar en los espacios en los que exhibíamos la muestra.<br />
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Por lo tanto los libros fueron una excusa formidable de encuentro para poder participar del intercambio de saberes al respecto de las historias que aparecían sobre finales de los años 60 y comienzos de los 70, pero muy mirados desde el presente. Con el presente en oblicuo facilitando viejos y nuevos interrogantes, pensando nociones conceptuales de ruptura en la noción de niñeces. Se volvía atractivo para nosotr*s, poder resignificar palabras, señalarlas de alguna forma, pasar por eso que consideramos “mínimo” o “micro” pero que integraba el andamiaje sobre el que luego recaía la censura. Palabras. Un glosario novedoso con finales abiertos en muchos casos, situaciones burlonas y juguetonas de pensar la vida adulta, situaciones donde lo social es fundamental para pensar el resto de las cosas. Libros ilustrados donde se podía encontrar un elefante huelguista, una mano verde y otra roja, una línea que muestra “el hombre nuevo”. Palabras, dibujos, historias nos conducían a un espacio de reflexión. Quiero señalar y agradecer algunos amig*s que nos facilitaron en los primeros tiempos de la indagación de LQM no solo información, sino algunos libros como puntos de partida de algo que hoy reúne un número mucho más ampliado que el que conformamos a comienzos de los años 2000. En la guarda de la Biblioteca La Chicharra se encuentra la colección LQM que cuenta con aproximadamente 300 volúmenes, como decíamos al comienzo, tanto de fascículos como de libros que un primer momento no teníamos. Varios de Editorial Progreso y otros.<br />
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<b>4- En Libros que muerden, una de las autoras participantes, Judith Gociol afirma que “la literatura infanto-juvenil no es inocente. Y en buena hora. Los militares que firmaron los decretos de prohibición de circulación de esos textos los leyeron bien. Justamente porque sabían que los libros eran y son fabulosos vehículos de transmisión de ideologías, de pensamientos, valores y de libertad, es que los perseguían” ¿Pensás que esta aseveración sigue teniendo vigencia? ¿Se sigue persiguiendo a los libros infantiles por otros mecanismos?</b><br />
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Comparto la afirmación de que no es inocente. No hay ninguna literatura que guarde este atributo. Puede ser que se infantilice a los lector*s, o que se propongan literaturas que vuelen al ras del suelo. Me refiero más que nada a un perfil que aplana a diferencia de las sacudidas y los remolinos que tanta falta hacen. Me cautiva mucho más una literatura con inquietudes que sin inquietudes. Y las inquietudes desestabilizan, desordenan, movilizan. Dejan vacantes, o suman posibilidades. Nunca resta una literatura de calidad. Además la noción “inocencia” tan asociada a la imagen niño/niña es una imagen completamente quieta. En literatura un pensamiento ingenuo tiende aplacar el repertorio de preguntas que pueden estar haciéndose. La LIJ prohibida en Argentina no era inocente. En la mayoría de esos libros encontramos movimientos, luchas, dudas, apertura para encontrarnos con el cuerpo. Porque además, es una literatura corpórea, sin ángeles. No hay inocencia ni mirada angelical ni subestimación de un niño/a porque los niños sienten y participan del mundo que les toca tanto como los adultos aunque con sus diferencias. Y si bien la noción de desigualdad hace escollos en las formas de llevar adelante los cotidianos, todas las infancias están llenas de matices. Guardan muchísimos pliegues.<br />
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Por cierto, detrás de las escrituras, se expresan formas de dialogar con los otros y con el mundo que nos rodea, por lo tanto la ficción es vehículo de concepciones que se guardan acerca de esos otros, de uno mismo y del mundo de la cosas.<br />
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El que persigue a los libros infantiles en la actualidad es el mercado. Como lo hace con el resto de los productos para los niñ*s. Pero es cierto que no todo el mercado ofrece literatura empobrecida en ideas, imágenes, etc. Hay contrapuntos e intereses en pugna desde luego. También el mercado mueve y edita autoras/es que de otro modo no llegarían a nuestras manos. El concepto de persecución hoy en día es distinto a décadas pasadas con gobiernos de facto. Sin embargo, el censor/a “se guarda adentro” y cuando puede vuelve a resurgir. Hay situaciones donde se habilita esa posibilidad y desde la escuela, la familia, es decir las instituciones que siguen siendo las primeras instituciones de los niños/as se reproducen discursos más estáticos o menos estáticos, todo depende de trayectorias, biografías, direcciones y formaciones de cada uno/a de los referentes con los que se topan tanto chicos como adultos.<br />
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Muchos libros a veces “se esquivan” (en este caso me refiero a que no se incorporan ni en la currícula ni se eligen a la hora de regalar) por considerar que tratan los temas de manera muy cruda o plantean situaciones ligadas a temas complejos como la muerte, la enfermedad, lo sexual, como si esos temas no participaran de las infancias.<br />
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Igualmente creo que en todos estos años hay un gran avance del debate, por lo tanto considero que la reflexión (un canal fundamental e imprescindible) no se ha perdido sino que por lo contrario, viene siendo un factor a ser desarrollado. El campo de las imágenes, los libros ilustrados nos ha deslumbrado pero exigen de nosotr*s mayor capacidad analítica, mayor complejidad para pensarlos, para situarlos. Creo que la lectura es la clave de todo esto. ¿Cómo leo lo que leo?, ¿Cuáles serían las censuras hoy?, Qué omite cada quién? Y ¿qué se permite a la hora de pensar la literatura para niños/as?<br />
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Hace pocos años, tal vez tres, nos llegaron noticias de que varios libros que había editado el Ministerio de Educación de La Nación, habían recibido objeciones por parte de algunos directivos en unas escuelas de la Provincia de Mendoza y en algún espacio de la Provincia de Buenos Aires. Lo que pudimos pensar en el marco de esa situación fue lo siguiente: por un lado la producción de libros ya sea nuevas ediciones o reediciones, todas (nos consta) de grandísima calidad, le faltaba una vuelta de tuerca, poder formar a quiénes median con esos libros en las aulas. Se requiere espacios de formación de modo permanente para poder ofrecer un material que permita abrir y no cancelar, abrir y no clausurar. Fueron ocurriendo otras situaciones que venimos pensando, porque el cambio de gestión de gobierno, impuso una nueva lógica y abandonó la anterior. Respecto de nociones de lectura, producción de libros podemos decir que lo que se realizó (anterior gestión) en estos años pasados fue muy valioso. Ese movimiento que existía se detuvo, no solo porque no se invierte en la edición de libros sino porque todo el aparato educativo se viene reduciendo, muchas cosas que impulsa el nuevo gobierno tienen un tinte neoconservador.<br />
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<b>P-En la actualidad, ustedes desde el grupo “La Grieta” siguen fomentando la literatura infantil emergente. Muestra de ello es su proyecto “El camaleón” ¿Nos podrías contar un poco acerca de esto?</b><br />
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R-El sello “El camaleón” se inscribe en un repertorio de publicaciones que realizamos con jóvenes desde hace años. Contiene la voz y las imágenes de chicas y chicos de sectores populares con los que trabajamos en el marco de un proyecto social. Arte y literatura para chic*s. Lo que nos importa son los cruces y la mixtura de lenguajes. Cruces entre chicos que habitan distintas propuestas de talleres en La Grieta. Chic*s que vienen de realidades hostiles y diferentes. Por esa razón nos vamos motivando entre tod*s para generar esos roces, contactos que sumen en lenguajes, en formas de acercarnos a la producción de textos y producción de imágenes. Nos interesan los oficios, por lo tanto consideramos a la escritura y a el arte gráfico como oficios que pueden contagiarse, pueden legarse también a los chic*s. Son los chic*s los que dibujan, escriben, proyectan junto a un grupo de adultos. Los adultos proponemos quizá un tamaño de hoja, pero todo pensado junto a ell*s.<br />
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Tal como lo decimos en nuestro primer editorial: “Del camaleón nos gusta el sonido, la palabra entera. Su tránsito por los humedales, su devoción territorial, su lengua retráctil. Su tendencia al cambio. Efectivamente cambia, se transforma, de unos colores a otros. Parecido a un lagarto, en la capa superficial de las células contiene unos cristales, los pigmentos de colores que están allí pueden cambiar a otros. De los marrones, naranjas y azules llegar al verde, o al verde y al marrón del marrón al bermellón del bermellón al marrón. El camaleón contendrá para nosotros la posibilidad del cambio. El camuflaje en ocasiones de riesgo. No solo la mutación en los creadores invitados, ya sean del universo del lenguaje escrito o de las artes gráficas, sino el más profundo. El que se produce del encuentro con los otros”.<br />
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<b>P-¿Cuáles son sus proyectos futuros?</b><br />
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R-Los proyectos son múltiples, pero varios están asociados a las actividades que se generan desde La Biblioteca Popular La Chicharra que se encuentra en el mismo edificio (viejo galpón del ferrocarril) en La Grieta. En el marco de la experiencia LQM la idea es continuar con el grupo de estudio y lanzar una nueva colección de cuadernillos que contienen nuestras revisiones de textos y debates en torno a concepciones de libros, memorias que calan en lo singular, lo peculiar, lo original.<br />
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En relación a La Grieta como totalidad siempre como espacio de formación colectiva, donde se valoricen los conocimientos de cada uno y que puedan proliferar y dialogar con otr*s y en otros espacios. Es decir, La Grieta que pueda mudar, viajar, persistir e insistir en la generación y cruces de poéticas.<br />
<br />Libros Animadoshttp://www.blogger.com/profile/13295942014434897570noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8375698390929757645.post-91765343631787734882017-04-10T16:22:00.001-07:002017-04-10T16:22:09.948-07:00Libros que Muerden en Viedma, Río Negro. Un registro salpicré de nuestro viaje<div style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
Por Gabriela Pesclevi</div>
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<div style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
La invitación la realizaron La Dirección de la Biblioteca Provincial del Maestro y la Secretaría de Derechos Humanos de Viedma, Provincia de Río Negro. Los tres días compartidos fueron no solo intensos sino llenos de frescura, de visitantes diversos, con fervor por la lectura, pero especialmente con preguntas y curiosidad por los libros prohibidos en la última dictadura cívico militar. Resonaron cantidad de comentarios, aportes que requerimos para encontrarnos con la memoria y con nuestro presente.</div>
<div style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEim7xthI3B5U2933VEoDMFd6oATaSr9Clqdstnm1_Qr1UxnO9teaT6wlKFNJJFIaDToJHwmFT1Rm8Wifels_vvybwcGgURGKxFR_Mmfv7NHXZwbkkm8UjUjgsuXdXvphXnnrw2ACbohKQ5R/s1600/LQM+Viedma.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="352" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEim7xthI3B5U2933VEoDMFd6oATaSr9Clqdstnm1_Qr1UxnO9teaT6wlKFNJJFIaDToJHwmFT1Rm8Wifels_vvybwcGgURGKxFR_Mmfv7NHXZwbkkm8UjUjgsuXdXvphXnnrw2ACbohKQ5R/s640/LQM+Viedma.jpg" width="640" /></a>No podemos dejar de mencionar tanto a Claudia Czertok y a la Bibliotecaria de Derechos Humanos del Ministerio, Dalia Chaina Marilef, por sus gestiones afectuosas, e interés próximo, sino a cada uno de los que hicieron posible nuestra visita, al Vicegobernador de la Pcia. Pedro Pesatti y agradecer al mismo tiempo a cada una de las personas que trabajan en la Biblioteca del maestro que tuvieron hacia nosotr*s gestos muy singulares en los días compartidos: desde acompañarnos en la búsqueda de un repollo por los alrededores de la biblioteca, hasta cebarnos mate de yerbas, colaborar con una y otra cosa, subirse a una escalera inmensa, reflexionar sobre las cosas que nos ocurren y que le ocurren a la vida-devenir del libro, los oficios, las personas, cosas que consideramos esenciales. Notamos además en el espacio, fluidez para pensar qué significa estar frente a los lector*s hoy, cómo generar momentos de lectura.</div>
<div style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
Desde nuestra llegada y armado de la muestra pudimos intercambiar experiencias, concepciones del trabajo con niños jóvenes y adultos. Concordamos en la necesidad de estar dialogando con los adultos quiénes son los que median en situaciones de lectura con otros. Concordamos en la necesidad de mezclarnos, de abrirnos al humor, a la poesía, a la música, a la historia, a la fotografía, poder sumar desde lo sensible y desde un pensamiento crítico muchos disparadores para acercarnos a nuestro pasado reciente.</div>
<div style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
La jornada -además- fue exquisita en pliegues que se abrían dando chispazos de alegría, de desconcierto, de fervor por saber, y así aproximarse a una lectura, a otro que está allí y que no necesariamente estuvo atravesado por la censura de manera explícita y entonces, dejar algo en el aire.</div>
<div style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
En el collage de imágenes anotamos: a dos niñas, tal vez de trece años que anotaron en su cuaderno más de cuarenta palabras que les inquietaron de la historia de Margarita Belgrano, Los zapatos voladores. (CEAL) Su enumeración no solo tenía el gusto por las listas (divinas) sino por el sonido de cada palabra. Una de ellas un rato antes se había lanzado a cantar a capella: “Peligroso es, el gato que pes, que pesca y después…” acalorados aplausos la siguieron y su voz quedó sonando. Ese día nos acompañaron Luciana Allegrucci y Luis Andreani con guitarra y charango y la canción instrumental del poeta chileno Victor Jara y otras derivas risueñas del revés, en las que todos nos volvimos un poco instrumentos musicales. Conocimos a Cielo y su cabello gris ceniciento y a otros amig*s de la Asociación de familiares de desaparecidos, todos ell*s preparando actos por el día de la memoria, yendo y viniendo, con papeles, con remeras, con un vigor que se requiere para recuperar aún lo que está perdido, lo injusto, lo velado.</div>
<div style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
Supimos de una pareja que se acercó a mostrarnos sus libros, sus tribulaciones, nos aportaron información sobre un libro cristiano prohibido en 1977 y que aún no tenemos: Dios es fiel de Beatriz Casiello. Pasaron docentes de la Universidad, estudiantes completamente interesad*s, El director de las Ediciones de la Provincia; bibliotecarias de La Biblioteca Salesiana, que cuenta con un altar en la sala y su edificio muestra cientos de años de historia. Apareció Ceferino Namuncurá leído por Guillermo David, vimos el río Negro, cruzamos el puente, atendimos a la ondulación y la revuelta de las aguas. Aparecieron los negros esclavizados liberados en las costas de Carmen de Patagones, una deriva enorme con este tema nos persiguió por las noches, el corolario lo puso tal vez un descendiente de africanos, Paulo, el mozo enigmático de Sal y Fuego; Bea Coccia nos recitó el poeta puntano Lafinur, influenciada por comentarios de una sobremesa dadaísta.</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-BiwsPhlmMZ0ptgHMXkcbBa2W6iuFQYJUS-jTt0qTFeA40s04Y-P3J5KXtqvZepY4yVSVKiXtwWtcTGHVhwE6YNLdzQtRMIRSu55ipwElRRiKbJoLsL7y5DWW6AI3uTcbtNqApPRerM0a/s1600/Lqm+Viedma+2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="178" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-BiwsPhlmMZ0ptgHMXkcbBa2W6iuFQYJUS-jTt0qTFeA40s04Y-P3J5KXtqvZepY4yVSVKiXtwWtcTGHVhwE6YNLdzQtRMIRSu55ipwElRRiKbJoLsL7y5DWW6AI3uTcbtNqApPRerM0a/s320/Lqm+Viedma+2.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
Tuvimos la alegría de recibir en la muestra a Juan Marchesi y Lili y continuar la charla en el hermoso taller de los olivos. Fuimos a programas de radio, nos recibieron con empatía Carlos Espinosa y otros varios jóvenes. Hablamos de la caravana de los docentes, de la cabra, la rata, el perro y el conejo en el horóscopo chino de Squirru, hablamos de otros bueyes perdidos y del deseo de aunar nuestras prácticas, vernos envueltos en la misma materia del color y de las formas. Pablo Guichal nos contó las últimas películas que vio, y el deambular con espíritu gitano por las calles de Patagones durante todo el 2016.</div>
<div style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
En la muestra fuimos animales, escribimos palabras como maragatos, recitamos versos de memoria, hablamos sobre el sexo, la pasión entre los cuerpos, el conjunto de los números naturales y los números enteros… Escuchamos a una historiadora relatar la experiencia de un libro prohibido en la Biblioteca Sarmiento de Bariloche. Sabemos de qué hablaba, sin embargo en su relato notamos variaciones que suman y que siguen aportando a la reflexión colectiva. Anotamos la frase de Pilar Calveiro: “La memoria no solamente es múltiple, no solamente son memorias, sino que arranca de lo vivido, de la experiencia que toma como punto de partida lo que podríamos llamar la marca: la marca que la experiencia vivida graba, graba sobre el cuerpo individual o el cuerpo social”. </div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5f5DniCpEk5rnRB8AF4-s8BaQewNioe6HG-Km7F9vaCJmvYJdBZ0TxtTB0oeRpyN6K5Py4D_s3tlYnyXgBIAV1IDMnGHWUWWXjBek_rNcEQhGkOeCIOabPjlrmBoVPASYLC1pngPWg6RL/s1600/Lqm+Viedma+3.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="178" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5f5DniCpEk5rnRB8AF4-s8BaQewNioe6HG-Km7F9vaCJmvYJdBZ0TxtTB0oeRpyN6K5Py4D_s3tlYnyXgBIAV1IDMnGHWUWWXjBek_rNcEQhGkOeCIOabPjlrmBoVPASYLC1pngPWg6RL/s320/Lqm+Viedma+3.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
Nos encontramos con el libro Munduna, concierto en la laguna de María Cristina Casadei (Coedición Eudeba-Fondo editorial Rionegrino, 1987) Se encabalgan los versos y los bichos; supimos de un portal secreto, de un archivo perdido y encontrado en el que se denuncia la censura en el canal de Televisión de Río negro por mostrar imágenes de Guevara. Nos dejamos llevar por los gansos a mitad de la noche, reivindicamos lo público y la necesidad de lo público, encontramos algunos títulos y ediciones, perlas para atesorar, y echar andar.</div>
<div style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
Gracias a cada una y cada uno. Chicos, grandes, todos los que anduvieron por allí, dedicados nuestros saludos.</div>
<div style="background-color: white; color: #1d2129; display: inline; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px; margin-top: 6px;">
Fotografías de Carlos Espinosa, Gabi capturando una obra del grosisimo Marchesi en el bar frente al río!, y otra de Gabi eclipsada por los gansos.</div>
<div>
<div style="background-color: white; color: #1d2129; display: inline; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px; margin-top: 6px;">
<br /></div>
</div>
Libros Animadoshttp://www.blogger.com/profile/13295942014434897570noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8375698390929757645.post-37403378757466735582016-09-05T17:29:00.001-07:002016-09-05T17:29:23.625-07:00Censura, libros y bibliotecas: contrapuntos y experiencias argentinas y chilenas<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUert8dhj7ojS715UToKIhnVcIPjUFz3hJ2IapPpLTJHnlZUtv3Vey6Zwa0lmYeIqP2tXk_HP1dJQviUZtygG4_NGE3qDVmrsq0Z9qu6KrT5b0nf2Nqd-6sPfBSZVB_0JZDETIrgALF-Uu/s1600/libros+y+chile.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="282" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUert8dhj7ojS715UToKIhnVcIPjUFz3hJ2IapPpLTJHnlZUtv3Vey6Zwa0lmYeIqP2tXk_HP1dJQviUZtygG4_NGE3qDVmrsq0Z9qu6KrT5b0nf2Nqd-6sPfBSZVB_0JZDETIrgALF-Uu/s400/libros+y+chile.jpg" width="400" /></a></div>
<div style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px;">
¡Tenemos muy buenas noticias!</div>
<div style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
La semana que viene recibiremos en La Plata a María Angélica Rojas y José Ignacio Fernández, dos escritores y bibliotecarios de Santiago de Chile que en 2015 editaron el libro "El golpe al libro y a las bibliotecas de la Universidad de Chile".</div>
<div style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
Tendremos varias actividades organizadas desde La Grieta y la UNLP, como parte de los actos de conmemoración de los 40 años del golpe cívico militar en Argentina.</div>
<div class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #1d2129; display: inline; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">
<div style="font-family: inherit; margin-bottom: 6px;">
L*s invitamos a debatir y pensar la importancia de la censura en la región, a compartir experiencias, a saber qué pasó en nuestras bibliotecas, nuestras escuelas, nuestras universidades...</div>
<div style="font-family: inherit; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
Recurrir al pasado, excavar en los recuerdos, en un presente cada vez más vivo...</div>
<div style="font-family: inherit; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
¡L*s esperamos!</div>
</div>
<br />Libros Animadoshttp://www.blogger.com/profile/13295942014434897570noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8375698390929757645.post-89715737867103320472016-04-25T07:27:00.000-07:002016-04-25T07:27:08.617-07:00Palabras Ardientes. Memorias en construcción<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHW6t1U_M7HBkzfkYUTnasEgUWHHrkQj47de-yRZBcOJz_t1j6eNrFlZf1vnyENgxU25BgIIQ7hkINx-RbEUCnyJ8-KgSyVV2UbpUaU3BQEdwMYjWEWMCMU9-48fR70Gyv-p6rRoiFamN4/s1600/13096179_825976564200152_4289862438398080585_n.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHW6t1U_M7HBkzfkYUTnasEgUWHHrkQj47de-yRZBcOJz_t1j6eNrFlZf1vnyENgxU25BgIIQ7hkINx-RbEUCnyJ8-KgSyVV2UbpUaU3BQEdwMYjWEWMCMU9-48fR70Gyv-p6rRoiFamN4/s320/13096179_825976564200152_4289862438398080585_n.jpg" width="226" /></a></div>
<span style="background-color: white; color: #141823; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">Este jueves 28 y viernes 29 de abril llegará la muestra L<b><i>IBROS QUE MUERDEN</i></b> a la Universidad Nacional de San Luis, a las indómitas tierras de San Luis, espacio de huarpes, comechingones y pampas. Serranía austera y chocos que le ladran a la noche. La muestra no es solo un "muestra" de una serie de libros de literatura infantil y juvenil censurados durante la última dictadura militar, porque "mostrar" se vuelve un verbo monstruoso que agita, rescata, devela, grita, abre, lee, ensaya, invita, denuncia, devora y nos interpela.</span>Libros Animadoshttp://www.blogger.com/profile/13295942014434897570noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8375698390929757645.post-55239373684328859182016-04-25T07:25:00.001-07:002016-04-25T07:25:27.869-07:00Ida y vuelta al Paraná<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7P5OecfPcv5bmz7fiEvyw6A_TyWyFI664i-FpjwnNOGbjbRFukV5FMJJUrnnzqkxPd5056FU3c2NFN5dA6CO8yGTwl5aJv2brpWS28VSSrJ6Tthw8OqIy5yBw4BFNmUTRDzgHGfVoyVhh/s1600/13007191_10208848939520060_5599178608075684595_n.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7P5OecfPcv5bmz7fiEvyw6A_TyWyFI664i-FpjwnNOGbjbRFukV5FMJJUrnnzqkxPd5056FU3c2NFN5dA6CO8yGTwl5aJv2brpWS28VSSrJ6Tthw8OqIy5yBw4BFNmUTRDzgHGfVoyVhh/s1600/13007191_10208848939520060_5599178608075684595_n.jpg" /></a></div>
Paraná es una palabra que nos encanta. Tiene el vaivén del río y ese acento final que deja una música sonando en el aire, como un pala pala o una canción de cuna costera.<br />
<br />
Según los paranaenses, en Paraná todo queda "acá a la vuelta". Así dimos vueltas y vueltas por la Escuela Normal -primera escuela del país, nos contaron- con valijas llenas de libros, un tatú carreta algo inquieto, cintas de peligro y atriles varios. Desplegamos la muestra sobre mesas centenarias con cajones intrigantes.<br />
<br />
Charlamos con más de 1500 personas; conocimos a Gilda de La Caminante, a la tía mirta, al señor y la señora del bufete, a Rosario, a Abril que leyó con Renzo "Un pueblo que no quería ser gris" y a Juan Martín que es un apasionado de la historia y los archivos de todo tipo.<br />
<br />
Nos hicieron preguntas, algunas que pudimos contestar y otras que no. ¿Por qué hay una calabaza en la muestra? ¿Qué es lo simbólico? ¿Qué significa ideología confusa? ¿Por qué estuvieron prohibidos los libros? Volvimos a jugar con la letra I y arriesgamos respuestas acerca de hasta dónde puede llegar la Ilimitada Fantasía.<br />
<br />
En el camino de vuelta leimos El Caballo Celoso, de Javier Villafañe. Siempre tenemos el deseo de salir con nuestra propia Andariega.<br />
<br />
Cruzamos el puente subfluvial y descubrimos que los libros que muerden, además de ser peligrosos, son sumergibles.<br />
<br />
De los viajes siempre volvemos con más ganas de viajes.<br />
<br />
<i>Gracias a la <span style="background-color: white; color: #444444; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18.2px;">Secretaría de Extensión y Derechos Humanos de la FHAyCS por la invitación</span></i><br />
<br />
<div style="text-align: right;">
por Martina Dominella</div>
Libros Animadoshttp://www.blogger.com/profile/13295942014434897570noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8375698390929757645.post-62466680331030113792016-04-18T15:10:00.000-07:002016-04-18T15:10:29.176-07:00Libros que Muerden en Paraná<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlrGY45EPuwji0dHIlryddmjQIZLF1zDB3vLUsnG0aXKYX-p2xdsDbhI1bIoSYckSPXzVhpifWcbtnOTPwt3-t-RxSjy5jIL2U1uECv8rM6wIcG41Id6jFWXI3vOAYruipTbWLE_OjTVuZ/s1600/13001247_849078845204202_5426424980915963375_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlrGY45EPuwji0dHIlryddmjQIZLF1zDB3vLUsnG0aXKYX-p2xdsDbhI1bIoSYckSPXzVhpifWcbtnOTPwt3-t-RxSjy5jIL2U1uECv8rM6wIcG41Id6jFWXI3vOAYruipTbWLE_OjTVuZ/s400/13001247_849078845204202_5426424980915963375_n.jpg" /></a></div>
La Secretaría de Extensión y Derechos Humanos de la FHAyCS, invita a participar de la exposición, dedicada a la literatura infantil y juvenil censurada en Argentina durante la última dictadura cívico-militar. El acto de apertura y conferencia inaugural tendrá lugar el jueves 21 de abril a las 17hs horas en el Salón de Actos de la Escuela Normal «José María Torres» .<br />
<a name='more'></a> La muestra, que permanecerá en el edificio de la Escuela Normal los días jueves 21 y viernes 22 de abril, está integrada por enciclopedias, diccionarios, manuales, libros de cuentos ilustrados llenos de humor y fantasía que invitan a reflexionar sobre la censura y la construcción de la memoria colectiva. Desde el 2006, a 30 años del golpe, se ha presentado en escuelas, facultades, bibliotecas, centros culturales, ferias de libros, radios.
La actividad se enmarca en el<b><i> Proyecto «Memorias a cuarenta años del Golpe. Nunca más»</i></b> presentado por el Área de Memoria y Derechos Humanos .Este espacio articula el trabajo sobre problemáticas sociales, memorias colectivas y Derechos Humanos. Desde allí se desarrollan actividades que vinculan a todos los miembros de la comunidad educativa, con distintos espacios que trabajan la temática. Así se establece un nexo de proyección al interior de la Facultad y de la sociedad en su conjunto.<br />
Libros Animadoshttp://www.blogger.com/profile/13295942014434897570noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8375698390929757645.post-73770104076855612782016-03-20T08:25:00.001-07:002016-03-21T06:13:05.287-07:00¿Cómo suena un libro que muerde?<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnGxLpr07sBTAPyyrb1d-NOiLc-zvOxEPhVfToi5V2yxxwd08LPfCdqjldIOq5Hxev0XQR8l2DJT8pTiq30q5eK_Tr3yFst8AbNDQy6ZsK2TgziOPHXG6aNZvUZYDS0LY-kNPoVVJE1yx2/s1600/PORTADA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="298" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnGxLpr07sBTAPyyrb1d-NOiLc-zvOxEPhVfToi5V2yxxwd08LPfCdqjldIOq5Hxev0XQR8l2DJT8pTiq30q5eK_Tr3yFst8AbNDQy6ZsK2TgziOPHXG6aNZvUZYDS0LY-kNPoVVJE1yx2/s400/PORTADA.jpg" width="400" /></a></div>
<span style="color: #141823; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: 14px; line-height: 19.32px;"><b><a href="http://librosquemuerden-lagrieta.blogspot.com.ar/2016/03/como-suena-un-libro-que-muerde.html#more">ESCUCHAR/DESCARGAR CD</a></b></span></span><br />
<a name='more'></a><br />
Durante la última dictadura cívico militar se ejecutaron en Argentina múltiples formas de controlar las expresiones culturales. Hubo un plan sistemático de censura a la literatura, que puso especial atención en los libros destinados al público infantil y juvenil.<br />
<br />
La dictadura pretendió accionar sobre los cuerpos y el pensamiento,<br />
buscó mantener bajo control relatos, autores, ilustradores, tradiciones editoriales<br />
apuntó a clausurar una literatura rupturista, "peligrosa", liberadora. Rabiosa.<br />
<br />
Muchos de los libros prohibidos en esos años nos proponen, aún hoy, modos de pensar el mundo desde la infancia en diálogo con los adultos, creen en imposibles, invitan al juego y, por sobre todas las cosas, abren las puertas a la ilimitada fantasía.<br />
<br />
<b>Libros que Muerden</b> aborda esta literatura clausurada. Es un recorrido colectivo, un trabajo en construcción, un desafío de coleccionistas, un cúmulo de preguntas: ¿Cuáles fueron los alcances de la dictadura para la cultura del país? ¿Cómo se conformaron los mecanismos de censura? ¿Existe una literatura peligrosa?<br />
<div>
<br /></div>
<div>
<b style="color: #141823; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;"><i>ESCUCHAR/DESCARGAR CD</i></b><br />
<b style="color: #141823; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;"><i><br /></i></b>
<span style="color: #141823; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">
Álvaro Yunque. La censura por autor
<a href="https://archive.org/download/CEALCentroEditorDeAmericaLatina/ALVARO%20YUNQUE%20-%20La%20Censura%20por%20Autor.mp3">Descargar </a></span><br />
<span style="color: #141823; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;"><br /></span>
<span style="color: #141823; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">
<audio controls="" src="https://archive.org/download/CEALCentroEditorDeAmericaLatina/ALVARO%20YUNQUE%20-%20La%20Censura%20por%20Autor.mp3">
</audio>
<br />
Ayax Barnes. La pluma y la censura
<a href="https://archive.org/download/CEALCentroEditorDeAmericaLatina/AYAX%20BARNES%20-%20La%20Pluma%20y%20La%20Censura.mp3">Descargar</a> </span><br />
<span style="color: #141823; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;"><br /></span>
<span style="color: #141823; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;"><audio controls="" src="https://archive.org/download/CEALCentroEditorDeAmericaLatina/AYAX%20BARNES%20-%20La%20Pluma%20y%20La%20Censura.mp3">
</audio>
<br />
Boris Spivacow. El mítico editor
<a href="https://archive.org/download/CEALCentroEditorDeAmericaLatina/BORIS%20SPIVACOW%20-%20El%20Mitico%20Editor.mp3">Descargar</a> </span><br />
<span style="color: #141823; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;"><br /></span>
<span style="color: #141823; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;"><audio controls="" src="https://archive.org/download/CEALCentroEditorDeAmericaLatina/BORIS%20SPIVACOW%20-%20El%20Mitico%20Editor.mp3">
</audio>
<br />
CEAL. Centro Editor de América Latina
<a href="https://archive.org/download/CEALCentroEditorDeAmericaLatina/CEAL%20-%20Centro%20Editor%20de%20America%20Latina.mp3">Descargar </a></span><br />
<span style="color: #141823; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;"><br /></span>
<span style="color: #141823; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">
<audio controls="" src="https://archive.org/download/CEALCentroEditorDeAmericaLatina/CEAL%20-%20Centro%20Editor%20de%20America%20Latina.mp3">
</audio>
<br />
Laura Devetach. Monigotes, torres de cubos, mimeógrafos y picaflores
<a href="https://archive.org/download/CEALCentroEditorDeAmericaLatina/LAURA%20DEVETACH%20-%20Monigotes%2c%20Torres%20De%20Cubos%2c%20Mimeografos%20y%20Picaflores.mp3">Descargar </a></span><br />
<span style="color: #141823; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;"><br /></span>
<span style="color: #141823; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">
<audio controls="" src="https://archive.org/download/CEALCentroEditorDeAmericaLatina/LAURA%20DEVETACH%20-%20Monigotes%2c%20Torres%20De%20Cubos%2c%20Mimeografos%20y%20Picaflores.mp3">
</audio>
<br />
Libros que Muerden. Una colección que resplandece
<a href="https://archive.org/download/CEALCentroEditorDeAmericaLatina/LIBROS%20QUE%20MUERDEN%20-%20Una%20Coleccion%20Que%20Resplandece.mp3">Descargar </a></span><br />
<span style="color: #141823; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;"><br /></span>
<span style="color: #141823; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.32px;">
<audio controls="" src="https://archive.org/download/CEALCentroEditorDeAmericaLatina/LIBROS%20QUE%20MUERDEN%20-%20Una%20Coleccion%20Que%20Resplandece.mp3">
</audio>
<br />
Manuales escolares. Borrón, Tijera y Marcador
<a href="https://archive.org/download/CEALCentroEditorDeAmericaLatina/MANUALES%20ESCOLARES%20-%20Borron%2c%20Tijera%20y%20Marcador.mp3">Descargar </a>
<audio controls="" src=https://archive.org/download/CEALCentroEditorDeAmericaLatina/MANUALES%20ESCOLARES%20-%20Borron%2c%20Tijera%20y%20Marcador.mp3>
</audio>
</span><br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVbaFzgiQ6GLDmo15LDM049ObPdrYhJprrWcOIVsdAYMChW451oW3B9QD5NKd7wgMyezizMoGtSn0lA_a3WzyuTBBfRBAbl5xesBvD9AYK009_1b8RiScpC_4UpLGloOFI9oFWZidwjYbD/s1600/DSC_0069.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="212" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVbaFzgiQ6GLDmo15LDM049ObPdrYhJprrWcOIVsdAYMChW451oW3B9QD5NKd7wgMyezizMoGtSn0lA_a3WzyuTBBfRBAbl5xesBvD9AYK009_1b8RiScpC_4UpLGloOFI9oFWZidwjYbD/s320/DSC_0069.JPG" width="320" /></a></div>
<b>Realización:</b> Libros que muerden<br />
<b>Producción y edición: </b>Martina Dominella<br />
<b>Locución: </b>Natalia Bogliano<br />
<b>Asistente de edición:</b> Juan Manuel de Vega<br />
<br />
<b>Agradecimientos: </b>Radio Futura - FM 90.5 (La Plata)<br />
<br />
<i>Todos los micros son de libre reproducción y difusión.</i><br />
<br />
*Para descargar hacé click derecho en Descargar y Guardar enlace como...</div>
<div>
<br /></div>Libros Animadoshttp://www.blogger.com/profile/13295942014434897570noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8375698390929757645.post-52606433706706007882016-03-20T07:44:00.002-07:002016-03-20T07:44:32.398-07:00En las calles, a 40 años del golpe<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZyvGH4cA-nqGUORKNGwqj_1frQLSgNdGHpdTZxaLUuKIRIB9nOaTwQGYq7lFuKYrx7-3CrHq1I-ezYy5kDzJOciCsdaDO9FV6aOSZ5x4mvUuD9CExkDTJ85NfM0J-htDhV-aOHE7u3SNU/s1600/535284_10208502997511726_2301210525922965859_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZyvGH4cA-nqGUORKNGwqj_1frQLSgNdGHpdTZxaLUuKIRIB9nOaTwQGYq7lFuKYrx7-3CrHq1I-ezYy5kDzJOciCsdaDO9FV6aOSZ5x4mvUuD9CExkDTJ85NfM0J-htDhV-aOHE7u3SNU/s400/535284_10208502997511726_2301210525922965859_n.jpg" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; color: #666666; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 16.08px; margin-bottom: 1em; margin-top: 1em;">
Nuestra "ceremonia" está en la calle también, por estos días.</div>
<div>
<br /></div>
Libros Animadoshttp://www.blogger.com/profile/13295942014434897570noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8375698390929757645.post-86014035134344479882016-03-12T06:50:00.000-08:002016-03-13T06:50:59.015-07:00RETENIDO. A 40 años del golpe<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBp7CDGy05dJvF6d8KWBqCimPiQtZ_9l0TDiZx7MBYqxQ4BPwS3Rcm6QDOOQdyMkNlHAJ6gUCmkndxbeOBQnqg_0I17hQB6YfpY5M8_c2-8-95vMQ5kHs6P7DSuIdk19BEOYjAUSvGoDeK/s1600/retenido.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="233" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBp7CDGy05dJvF6d8KWBqCimPiQtZ_9l0TDiZx7MBYqxQ4BPwS3Rcm6QDOOQdyMkNlHAJ6gUCmkndxbeOBQnqg_0I17hQB6YfpY5M8_c2-8-95vMQ5kHs6P7DSuIdk19BEOYjAUSvGoDeK/s400/retenido.jpg" width="400" /></a></div>
<div style="background-color: white; margin-bottom: 6px;">
<span style="color: #666666; font-family: helvetica, arial, sans-serif;"><span style="font-size: 12px; line-height: 14.6182px;">En unos días en Argentina se cumplirán 40 años del golpe cívico-militar que sufrió el país entre 1976 y 1983. El 24 de marzo se conmemora el "Día nacional de la memoria por la verdad y la justicia" y con Libros que muerden tendremos un espacio especial en la<b> Biblioteca Pública de la Universidad de La Plata</b>, en el que los invitamos a reflexionar sobre lo que nos falta y a completar esas palabras entre muchos, con los grandes y sobre todo con los chicos. Porque conocer el pasado nos ayuda a interpelar el presente.</span></span></div>
<a name='more'></a><br />
<div style="background-color: white; margin-bottom: 6px;">
<span style="color: #666666; font-family: helvetica, arial, sans-serif;"><span style="font-size: 12px; line-height: 14.6182px;">En el archivo de LQM guardamos algunas piezas curiosas: escritas - encontradas - en construcción. Venimos pensando en varios planos, sacudir formas habituales del pensamiento es una ejercitación necesaria. Porque el pasado vive en el mañana. Y lo de ahora toca allí y mueve acá, y desarma esto, también lo arma. Presencias, ausencias, recién llegados, invitados de qué honor?</span></span></div>
<div style="background-color: white; margin-bottom: 6px;">
<span style="color: #666666; font-family: helvetica, arial, sans-serif;"><span style="font-size: 12px; line-height: 14.6182px;">¿Què es lo retenido? ¿Un libro? Cuáles son las marcas? ¿Cómo leerlas cuándo estamos cerca de un chico de cinco, de seis, o de diez años? ¿Cómo leerlas cuándo estamos cerca de nuestras y nuestros abuelos?</span></span></div>
Libros Animadoshttp://www.blogger.com/profile/13295942014434897570noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8375698390929757645.post-64669691877558331022016-02-09T18:57:00.002-08:002016-02-09T18:57:20.696-08:00Archivos que muerden. Fuente y faro de muchísimas cosas.<b>Acerca de los Archivos del portal de noticias Infojus</b><br />
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por Libros que muerden - La Grieta, ciudad de La Plata.<br />
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<i>“¿Se puede ser archivista bajo cualquier condición y régimen político? ¿El archivista público o particular debe ponerse por encima de las conmociones sociales o de los partidismos de época?”</i> Las preguntas las hace Horacio González en un artículo publicado en el número 1 de la nueva época de la revista La Biblioteca: “El archivo como teoría de la cultura”. Es una pregunta que no podemos dejar de lado en esta coyuntura como reflejo de lo ocurrido con el portal de <b>Noticias Infojus</b> y al mismo tiempo nos invita a reflexionar sobre criterios de archivos. El archivo como una experiencia no sólo documental, patrimonio que vuelve, que se hace presente ante sus lectores, con sus huellas, sus marcas, su capacidad de generar recuerdos y de dar cuerpo a una memoria personal y colectiva, sino como posible campo de lo imaginario. El archivo es una herramienta en la búsqueda de la justicia (como es el caso del archivo de la Comisión Provincial por la Memoria, de la ex Dirección de Inteligencia de la Provincia de Buenos Aires). Puede incidir además removiendo lo deificado o estanco y al mismo tiempo puede ser un disparador en el campo de lo creativo. De hecho los archivos son el gran insumo para la creación. Sabido es que todo archivo tiene sus propios huecos pero ¿qué pasa cuando esos huecos son generados conscientemente? ¿qué ocurre cuando el silencio del archivo se transforma en lo silenciado, lo que se quiere esconder, lo que es preciso no decir? Allí entonces, el caso es otro: lo que se hace es borrar, tachar, esconder. El nuevo criterio de selección echa por tierra el pasado y omite los documentos.<br />
<a name='more'></a><br />
¿Qué implica hoy borrar archivos? ¿Cómo se hace, materialmente hablando, para sacarlos de circulación? ¿Qué pasa con la escritura y la cuestión digital y la publicación en medios electrónicos? ¿Cuánto, finalmente, se puede borrar, si siempre habrá alguien que se encarga de guardar? Lo que está en juego aquí es la autoridad de quien lo publica. Borrar archivos de Infojus es un gesto de censura por más que esos archivos estén y puedan leerse (acción totalmente destacable*). ¿Qué ocurre cuándo no pueden encontrarse en el sitio del Estado desde el cual se generó como una política pública?<br />
<br />
En estos últimos años, el rol del Estado frente a los archivos, ha virado sustancialmente y especialmente en los archivos relacionados con la represión estatal durante las dictaduras. Sin embargo, no sólo con ese tipo de archivos: es destacable el rol que la Biblioteca Nacional tuvo, sobre todo a partir del año 2009, en la adquisición, resguardo, descripción y preservación de archivos fundamentales para la vida literaria, cultural y política de Argentina. Fue entonces cuando se creó un área específica de la BN para los Archivos y Colecciones Particulares. Los fondos de archivo pasaron de ser menos de diez a ser alrededor de 70 fondos documentales, personales, de editoriales y de periódicos.<br />
<br />
Tomamos los gestos. Los detalles. El trabajo. Líneas de proyectos. Los viejos y nuevos criterios requieren examinación. Leemos algunas noticias de Infojus que fueron retiradas del sitio. “Dictadura y carnaval: el exilio del Rey Momo” de Mariana Iturriza publicada el 14/2/2015. Porque viene a cuenta por estos días. Los feriados que reivindican el encuentro. ¿Qué exorcizan los cuerpos en la calle durante esas fiestas cuándo están juntos? ¿Cómo fueron los carnavales en las últimas dictaduras?. “El largo camino que recorrió Estela para llegar a Guido”, título de otra nota que podría ser el título de un cuento o quizá insumo para una novela aún en curso. La nota es de Cecilia Devanna. Fue publicada el 8/9/2014. Otra nota excluida: “Las diez fotos del funeral de Perón que nunca viste”. 07/01/2014 por Infojus Noticias. La nota recupera y publica por primera vez las fotografías realizadas por Marta Merkin como cobertura de ese día. Un día que condensa, retrata y hasta anticipa tantísimas cosas que ocurrieron después.<br />
<br />
La reflexión sobre los archivos creció enormemente. En las Universidades, en los museos, en las bibliotecas populares y especializadas. Enfrentados a problemas de caducidad, extinciones y nuevos usos. El de los archivos es un espacio que se enfrenta a preguntas: qué pasa con la fragmentación, la instantaneidad, la cuestión de la autoría, por citar algunas cuestiones.<br />
<br />
A las preguntas iniciales de Horacio González, decimos que sí. Que se puede ser archivista y que el archivo nace y se alimenta a pesar de todo. En este sentido, recordamos la tarea archivística de Adelina Alaye: un archivo nacido luego de la desaparición de su hijo. Adelina, archivista de su búsqueda y la de todas las Madres en la ciudad de La Plata, en plena dictadura cívico-militar.<br />
El retiro de determinados archivos del portal de noticias Infojus es una acción que incluso deslegitima el trabajo de años de investigadores con quienes nos solidarizamos.<br />
<br />
Volvemos a decirlo: no echamos por tierra el pasado. Los archivos son un respiradero. Fuente y faro para muchísimas cosas.<br />
<br />
*Durante los primeros días de este mes de febrero de 2016 se conocía la noticia de censura en el portal de noticias Infojus, dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, a cargo de Germán Garavano. Casi al mismo tiempo en que se conocía la noticia, se generaba un sitio web que recupera algunos de los artículos dados de baja en el sitio oficial. Se puede consultar en<br />
<br />
<b>Archivo de notas borradas de Infojus Noticias | Avestruz</b><br />
Archivo histórico con notas recuperadas luego de ser borradas por las nuevas autoridades de Infojus.<br />
AVESTRUZ.COM.ARLibros Animadoshttp://www.blogger.com/profile/13295942014434897570noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8375698390929757645.post-44886645928307705272015-11-02T13:27:00.001-08:002015-11-02T13:29:30.948-08:00Una colección que resplandece<br />
Ponencia <i style="font-weight: bold;">"Libros que muerden: una colección que resplandece" </i>presentada en las <b><i>Jornadas de Intercambio y reflexión acerca de la Investigación en Bibliotecología</i></b> (Octubre 2015, La Plata).<br />
<br />
<b>Autoras:</b> Florencia Bossié; Gabriela Pesclevi y Carolina Salvador (Libros que Muerden)<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcvlLDg_-njrgDd92xnSJTWrncBKg90QicA0DjPhxJc0CsHhUiL4R19kRF_v4q52lnTLjqw-AlV9coFKWr9ywemgKhYILLw-R_E15K9Y_j5Bj8Zv3LOiybGyRbEKQB6elhKIZDAvbOi36C/s1600/lqm.png" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcvlLDg_-njrgDd92xnSJTWrncBKg90QicA0DjPhxJc0CsHhUiL4R19kRF_v4q52lnTLjqw-AlV9coFKWr9ywemgKhYILLw-R_E15K9Y_j5Bj8Zv3LOiybGyRbEKQB6elhKIZDAvbOi36C/s320/lqm.png" width="269" /></a></div>
En esta ponencia nos proponemos reflexionar en torno a algunas de las preguntas que se plantearon como disparadores para esta mesa, en la certeza de que la colección Libros que muerden es una fuente primaria para el abordaje de la historia del libro, las editoriales, la lectura y la censura. Daremos a conocer la experiencia de conformación de la colección, la recuperación de “piezas perdidas”, la difusión y trabajo con la comunidad, las instancias de reflexión y estudio con las que trabaja el grupo, los debates internos entre poner el libro a la mano y su resguardo y preservación, los modos de exponer los libros y de abordarlos con públicos diversos y los ejes sobre los que se trabaja para contribuir a la conformación de una memoria colectiva y aportar al estudio de la censura y sus secuelas en nuestro país.<br />
<div>
<a name='more'></a><b><i><a href="http://www.rapencolectivo.com.ar/Programas/agenciafarco/Bossi%c3%a9_2015_texto.docx">Descargar ponencia completa</a></i></b><br />
(click derecho, Guardar enlace como...)</div>
Libros Animadoshttp://www.blogger.com/profile/13295942014434897570noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8375698390929757645.post-50137546113454611552015-09-30T06:48:00.000-07:002015-11-01T06:48:26.163-08:00La Vigil: una resistencia al genocidio cultural<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;">Creada en la mitad del siglo XX como parte de un proyecto vecinal en Rosario, creció hasta contar con 100 mil ejemplares, casi 20 mil socios y una propuesta pedagógica que la convirtió en un ícono de la ciudad. En la última dictadura fue intervenida y sus profesionales y asociados sufrieron la persecución. Muchos de sus libros fueron quemados y saqueados. Pudo sobrevivir y en 2013 reabrió sus puertas. <em style="font-weight: normal; margin: 0px; padding: 0px;">La Pulseada</em> estuvo allí para contar su historia.</strong><span id="more-10048" style="margin: 0px; padding: 0px;"></span></div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: right;">
Por <strong style="margin: 0px; padding: 0px;">Florencia Bossié, Martina Dominella y Josefina Oliva (integrantes de Libros que Muerden)</strong></div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: right;">
Fotos <strong style="margin: 0px; padding: 0px;">Natalia Chudoba y Biblioteca Vigil</strong></div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
<a name='more'></a><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwBtKrPOZitYOPHJvysixTyYI4Jfn17dSZP1WOtaLhKeVcYTPPybNU7ykdQgmmI11gew3FKTnIjpyIj23115CxDGNcvpkP8UyXg_YpFbB4VcGqKjJps09de8f6qDV3Ymg1zJ_-i6Zkqz-9/s1600/Biblio-La-Vigil-web-300x199.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwBtKrPOZitYOPHJvysixTyYI4Jfn17dSZP1WOtaLhKeVcYTPPybNU7ykdQgmmI11gew3FKTnIjpyIj23115CxDGNcvpkP8UyXg_YpFbB4VcGqKjJps09de8f6qDV3Ymg1zJ_-i6Zkqz-9/s1600/Biblio-La-Vigil-web-300x199.jpg" /></a></div>
<i>(Revista La Pulseada, <span style="color: #555555; font-size: 12px; line-height: normal;">septiembre 2015) </span></i><span style="line-height: 1.6;">Barrio obrero, casillas de chapa, calles de tierra, adoquines y manzanas con terrenos baldíos; de fondo, el silbido del tren y el murmullo portuario. Se trata de una escena de mediados del siglo pasado, ubicada entre Villa Manuelita y Barrio San Martín (actual barrio La Tablada). En ese paisaje de la periferia rosarina emergía el primer y único edificio de siete pisos de la zona: la biblioteca popular Constancio C. Vigil, más conocida como “la Vigil”. La denominación de biblioteca quedaba chica para esta institución que, además de contar con una impecable colección bibliográfica, alojaba talleres artísticos, una escuela de idiomas, un teatro, una propuesta educativa que incluía un jardín de infantes, una escuela primaria y una secundaria, una imprenta, una editorial. Y hasta un observatorio astronómico.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
Fue creada entre fines de los años 40 y principios de los 50, impulsada por un grupo de jóvenes que se escindieron de la comisión vecinal de la zona para fundar este proyecto. A través de una votación entre los socios, -la mayoría de ellos, niños- surgió la denominación en homenaje al reconocido autor de cuentos infantiles y fundador de la revista Billiken: Constancio C. Vigil<strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><em style="font-weight: normal; margin: 0px; padding: 0px;">.</em></strong></div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
Como al principio no tenía una sede, sus impulsores comenzaron a juntar fondos a través de una rifa que se hacía con premios modestos y se pagaban mes a mes. A fin de año se sorteaban desde motos hasta departamentos y autos. La Vigil fue pionera con ese sistema en Rosario. Así pudieron comprar el terreno en el que se encuentra actualmente (Gaboto 450), donde había un conventillo que fue demolido. “Este edificio se inauguró en 1960; se pensó para ser biblioteca, está diseñado para eso, es algo raro, más para una biblioteca popular”, apuntan desde “la Vigil”.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
La institución continuó consolidándose: llegó a contar con 19.639 socios, 647 empleados y casi 3 mil alumnos, y a alojar en sus estantes alrededor de 100 mil libros.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
Según las rigurosas estadísticas de sus trabajadores, se realizaban 1.180 préstamos y consultas diarios incluyendo filminas, discos y folletos, además de decenas de lecturas en sala cada día. El catálogo se renovaba todo el tiempo con el objetivo de brindar lo mejor. Y el sustento seguía siendo la rifa. “Continuamente crecía la institución y era una especie de círculo virtuoso: crecía en beneficios, entonces crecía en socios, entonces crecía en compradores de rifas, etcétera. Fue muy rápido”, cuenta el bibliotecario <strong style="margin: 0px; padding: 0px;">Iván Cótica</strong>.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
“No se subestimaba al público porque era gente del barrio. Al contrario, se le ofrecía siempre lo mejor. Acá laburaban casi 30 bibliotecarias, estaba abierto doce horas por día, se compraba todo lo último. Y cuando un socio necesitaba un libro que no estaba se anotaba en las sugerencias y se compraba al mes siguiente”, agrega.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
Las cosas cambiaron cuando llegó la intervención.</div>
<h2 style="background-color: white; color: #474747; float: none; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 24px; margin: 0px; padding: 0px; width: auto;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;">El vaciamiento</strong></h2>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
En un contexto de hiperinflación y con las consecuencias del Rodrigazo (el ajuste de precios dictado por el ministro de Economía Celestino Rodrigo en 1975) comenzó a dificultarse la gestión de los premios de las rifas y muchos compradores manifestaron sentirse “estafados”. Aquello derivó en una crisis económica que sirvió de excusa para que el 25 de febrero de 1977, mediante el decreto 492/77 del Poder Ejecutivo de la Provincia de Santa Fe y la resolución 113/77 del ex-Inam (Instituto Nacional de Acción Mutual), se llevara a cabo la intervención. Este proceso contó con la participación de miembros de las Fuerzas Armadas (Marina y Ejército) y de personal de la Policía y de inteligencia, además de un grupo de civiles, muchos de ellos contadores y abogados.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
Al momento de la intervención, había en el acervo de “la Vigil” 55 mil libros, de los que quedan alrededor de 35 mil. La mayoría de ellos fueron destruidos. “La censura no fue algo totalmente sistemático, ‘sobrevivieron’ varias cosas y también desaparecieron otras que no tenían contenido político, pero capaz le interesaba a alguno y se lo robaban, porque había libros muy nuevos, enciclopedias espectaculares”. Iván explica que incluso había premios que no se habían entregado y estaban en depósito. De eso no quedó nada porque la idea fue vaciar la institución.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
Durante ese período también se persiguió a los socios y lectores. El sistema de registro de préstamos implementado en la biblioteca sirvió como fuente de información a los represores, quienes obtenían de allí los datos de los lectores y qué libros sacaban en préstamo. Actualmente hay 18 personas cercanas a la institución que continúan desaparecidas. Algunos fueron socios, alumnos de las escuelas, docentes y empleados.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
El mismo año de la intervención ocho directivos fueron secuestrados y sometidos a tormentos en la Jefatura de Policía de Rosario. En diversos testimonios, las víctimas reconocen ese secuestro como una forma de amedrentamiento hacia toda la comunidad. Y cuentan que cuando recuperaron su libertad el jefe del Ejército, Leopoldo Galtieri, les dijo: “Ojo con volverse a meter con lo que estaban haciendo”<em style="margin: 0px; padding: 0px;">. </em>Los delitos cometidos contra miembros de la Comisión Directiva –como privación ilegal de la libertad y torturas- fueron juzgados dentro de la causa Feced II, por la cual en 2013 el juez Marcelo Bailaque dictó el procesamiento de quince represores locales, además del ex dictador Jorge Rafael Videla.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;">Graciela Dillet</strong> fue una de las bibliotecarias de “la Vigil” desde 1971 hasta el 19 de marzo de 1975. Cuarenta años después sostiene que trabajar en la Vigil era la ambición de todo bibliotecario recién recibido. “Es que fue la biblioteca popular modelo, no sólo de Rosario, no sólo del país, sino que lo fue además de Latinoamérica”, asegura.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
Entre sus recuerdos, Dillet guarda las conversaciones y experiencias vividas con quien fuera vicepresidente de la institución: “Las reuniones con nuestro bibliotecario mayor, Raúl Frutos, eran clases magistrales sobre clasificación, catalogación, uso de las normas angloamericanas o el tema del momento. Era un gran estudioso de los procesos técnicos, el desarrollo de colecciones, la extensión bibliotecaria, los materiales especiales. Nos instaba a no dejar de lado nuestra formación profesional tan necesaria para que la biblioteca cumpliera con la función social con que fuera concebida”.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
Dillet fue secuestrada el 20 de marzo de 1975 y puesta a disposición del Poder Ejecutivo Nacional (PEN). Cuando los represores entraron a la casa de la amiga, ella tenía en su cartera el carnet de la Biblioteca: “Aaahhhh, esta es la biblioteca roja”, dijeron. Ella no militaba. “Según mis compañeras yo vivía en el ropero”, comenta riendo en el documental <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Memoria de un escrito perdido</em> (que se puede ver en<a href="https://vimeo.com/59510585" style="border-bottom-color: rgb(204, 204, 204); border-bottom-style: solid; border-bottom-width: 1px; color: #377371; margin: 0px; padding: 0px; text-decoration: none;">https://vimeo.com/59510585</a>). Durante quince días fue privada de su libertad y luego liberada. Pero, como ella misma dice, le duró poco. Enseguida volvieron a buscarla y estuvo presa tres años y un mes.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
Entre 1977 y 1982 la biblioteca siguió abierta aunque menos horas, hasta que la cerraron. La escuela, por su parte, continuó funcionando, pero cambiaron los profesores y el resto del personal: varios se fueron por su cuenta, otros fueron cesanteados u hostigados hasta que renunciaron, cambiaron la currícula y los directivos se fueron<em style="margin: 0px; padding: 0px;">.</em></div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
En 1982, como una ironía, el Poder Ejecutivo provincial instaló allí la Biblioteca Pedagógica Provincial “Eudoro Díaz”, institución centenaria que se ubicaba en el centro de la ciudad. Funcionó en el edificio de “la Vigil” hasta 2013, periodo durante el cual utilizó sus libros pero siempre manteniendo ambas colecciones separadas. Eso fue lo que permitió, en cierto sentido, preservar muchos de sus ejemplares y con ello su memoria.</div>
<h2 style="background-color: white; color: #474747; float: none; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 24px; margin: 0px; padding: 0px; width: auto;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;">La recuperación</strong></h2>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
Tan querida y recordada por las personas que pasaron por allí, tan valorada por aquellos que hoy se acercan a conocerla, “la Vigil” guarda entre sus viejas estanterías de metal miles de ejemplares de libros, revistas y discos que son testigos de su presente.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
En 2013, gracias al impulso de sus socios, vecinos y bibliotecarios, fue refundada. Actualmente, se sostiene a partir de donaciones, y el año pasado lograron volver a inscribirla en la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP). Recuperaron el número de registro que tenía hasta la década del 80.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
“Seguimos usando el mobiliario que tenía originariamente: ficheros, estanterías, escritorios”, cuenta Cótica. Cuando el edificio fue recuperado, su estado era desastroso, por eso se implementaron los “Sábados solidarios” con actividades recreativas y el trabajo comunitario para ponerlo en condiciones.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
Actualmente continúan trabajando en la refacción del edificio, la catalogación del material bibliográfico y la actualización de la colección. Está abierta al público de lunes a sábado y además de brindar el servicio de préstamo de libros se dictan talleres para grandes y chicos, y actividades artísticas. También están trabajando en la creación de un archivo oral con socios y bibliotecarios que den cuenta del accionar que el Estado tuvo en la institución durante la década del ´70.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
Uno de los proyectos más importantes en la actualidad es retomar el trabajo de la Editorial Biblioteca.<strong style="margin: 0px; padding: 0px;">Roberto Frutos</strong>, hoy integrante de la Asamblea de Socios por la Recuperación de Vigil, explica: “Estamos empezando a retomar de a poco lo que fue la actividad del sello editorial. La idea es empezar con la reedición de algunos títulos que tienen una significación muy importante para nosotros, por los autores y por el contenido de esas obras.”</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
El primer título que reeditarán es “El Fusilamiento de Penina”, del poeta, historiador y docente rosarino Aldo Oliva, cuya edición completa de 1977 nunca pudo ser distribuida a causa de la intervención. Hasta el propio autor tuvo que destruir sus originales.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
“El libro permaneció desaparecido”, dice Frutos. Así fue hasta el año 2003, cuando un ex miembro de la Comisión Directiva encontró una copia, a la cual se le habían quitado las tapas, la portada y el colofón, para evitar su identificación. Hoy es Antonio Oliva, hijo del autor, quien retoma la investigación para volver a publicar este libro, el cual se entregará como obsequio a quien compre la rifa, relanzada como un modo más de retomar el trabajo de la Vigil de los años 60.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
El bibliotecario Iván Cótica, advierte sobre este hecho: “Para nosotros la historia del libro simboliza en gran medida la historia de la institución, por eso su reedición es una muestra de la continuidad del proyecto a pesar de tantos años, y un pequeño acto de justicia.”</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
El proyecto editorial continúa con autores como Juan José Saer, Paco Urondo, Juan L. Ortiz y José Pedroni, a quienes “la Vigil” les publicó sus primeras obras antes de ser reconocidos. “Después queremos continuar con los ejes más fuertes que tenía ese proyecto editorial: brindar un espacio a autores de la región y con escasas posibilidades de publicación en los circuitos tradicionales, y proponer ediciones que, por fuera de los circuitos de las editoriales comerciales, tengan una buena circulación a precios populares”, redondea Frutos.</div>
<h2 style="background-color: white; color: #474747; float: none; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 24px; margin: 0px; padding: 0px; width: auto;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;">Aniquilar la cultura</strong></h2>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
En su investigación “Un golpe a los libros” (Eudeba, 2002), Hernán Invernizzi y Judith Gociol afirman que, durante la última dictadura<em style="margin: 0px; padding: 0px;">, </em>“a la desaparición del cuerpo de las personas se corresponde el proyecto de desaparición sistemática de símbolos, discursos, imágenes y tradiciones. Dicho de otro modo: que la estrategia hacia la cultura fue funcional y necesaria para el cumplimiento integral del terrorismo de Estado como estrategia de control y disciplinamiento de la sociedad argentina. En ese plan sistemático se enmarcó el accionar sobre la Vigil. Desde la institución, afirman que existió un “genocidio cultural”, entendiendo que el principal motivo de la intervención fue aniquilar una forma de entender la cultura, absolutamente contraria a la ideología de la dictadura.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
Como parte del enjuiciamiento a lo ocurrido en la biblioteca, en agosto de 2012 el juez Marcelo Bailaque ordenó abrir la investigación sobre los delitos económicos allí cometidos. La fiscalía solicitó requerimiento de instrucción por los hechos de “robo agravado, daño agravado, estafas y otras defraudaciones cometidos contra el patrimonio de la biblioteca”.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
Los actuales miembros y todos los que crecieron y continúan creciendo con la Vigil aguardan que se haga justicia. Mientras tanto, hoy, en la Vigil, se desarrollan múltiples actividades culturales que van desde presentaciones de libros, charlas, exposiciones, conciertos, talleres gratuitos de baile, circo, fotografía, escritura y apoyo escolar. Una verdadera forma de mostrar que sus puertas están abiertas y que su historia se seguirá escribiendo.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
<br /></div>
<h1 style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 26px; margin: 0px; padding: 0px; text-align: center;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;">Con nombre propio</strong></h1>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
Constancio Cecilio Vigil nació en Rocha, Uruguay, el 4 de septiembre de 1876, y murió en Buenos Aires el 24 de septiembre de 1954. Escribió 134 libros, incluyendo cuentos para chicos, ensayos y obras de orientación y educación. A los 11 años, con ayuda de sus hermanos y de una maestra, redactaba y editaba “un semanario de cuatro páginas, a tres columnas, con una tirada de… ¡tres ejemplares!”, tal como recordó mucho después en su libro <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Mangocho</em>, su sobrenombre de la infancia.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
A comienzo del siglo XX fundó en nuestro país la Editorial Atlántida, de donde surgieron las revistas El Gráfico (1919), Billiken (1919), Iris (1920), Para Ti (1922), entre otras.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
Actualmente, más de tres mil escuelas, aulas y bibliotecas llevan su nombre.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
<br /></div>
<h1 style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 26px; margin: 0px; padding: 0px; text-align: center;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;">Crecer para el barrio</strong></h1>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
La ciudad de Rosario, por ese entonces, al igual que otras ciudades del país, era un polo cultural que bullía y buscaba nuevos modos de expresarse y formarse. Es así como la experiencia pedagógica de “la Vigil” empezó a convocar a quienes provenían del centro hacia los márgenes de Villa Manuelita y Barrio San Martín, y la institución fue receptiva sin perder su eje: ser una institución para el barrio.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;">Natalia García</strong>, investigadora y docente de la Universidad Nacional de Rosario, escribió un libro titulado “<em style="margin: 0px; padding: 0px;">El caso “Vigil”. Historia sociocultural, política y educativa de la Biblioteca Vigil (1933-1981)</em> que aún no fue publicado pero al que <strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><em style="font-weight: normal; margin: 0px; padding: 0px;">La Pulseada</em></strong> pudo acceder, en parte, para esta nota. Su autora realiza un exhaustivo análisis de los aspectos pedagógicos implementados por la biblioteca y afirma que a pesar de la adhesión de artistas de vanguardia y docentes formados en la Escuela Nueva, “la Vigil” nunca estuvo orientada a un orden irruptor del tipo que fuere. Por el contrario, “la orientación dominante fue la complementariedad, el suplemento, el aditamento y el apuntalamiento.” Así, se buscaba la “elevación cultural del barrio” orientado al saber-hacer (alejado del mercantilismo) y la formación integral, humanística, laica, a través de las artes y las ciencias. Y en este sentido García sintetiza “L<em style="margin: 0px; padding: 0px;">a Biblioteca Vigil no intentó ser vanguardia política ni experiencia radicalizada”</em>.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
Los contenidos en la formación estaban orientados a los intereses de los jóvenes, como la sexualidad y la formación política e ideológica. Sus características fundamentales fueron de la mano de una gestión privada, la formación gratuita, el turno extendido, lo mixto y lo público. Con un acceso irrestricto, se apostaba fuerte a la permanencia de los chicos en la escuela, con actividades complementarias, gabinete de atención de la salud y psico-pedagógico, y becas.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
<br /></div>
<h1 style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 26px; margin: 0px; padding: 0px; text-align: center;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;">“Éramos felices, trabajábamos, aprendíamos y nos divertíamos”</strong></h1>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
La bibliotecaria Graciela Dillet comparte aquí algunas de sus vivencias en la Vigil: “El turno de la tarde se extendía hasta las 9 de la noche, y esto me hace recordar con una sonrisa que esta herramienta de trabajo fue usada para hacer algunas travesuras como el envío a las salas de algunas ‘vituallas’ que acortaran el tiempo de llegar a casa y cenar. Recuerdo los olores, los pasos de la encargada subiendo por la escalera y el placer del pequeño delito escondido en el ‘montacarga amigo’, que reemplazaba su preciosa carga librística por otra preciosas carga tan esperada a esa hora de la noche. Éramos felices, trabajábamos, aprendíamos y nos divertíamos. Los socios eran nuestros amigos y no faltó la formación de más de una pareja que perduró en el tiempo (…) Como anécdota recuerdo aquel día en que un lector preguntó por El Señor Presidente” y la encargada de ese turno le contestó ‘está en una reunión’ las risas no pudieron casi contenerse y pasó a los anales de nuestros recuerdos., obviamente el lector se refería a ‘El Señor Presidente’ de Miguel Ángel Asturias, tan vigente en ese momento”.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
<br /></div>
<h1 style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 26px; margin: 0px; padding: 0px; text-align: center;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;">A “la Vigil” con <em style="font-weight: normal; margin: 0px; padding: 0px;">Libros que muerden</em></strong></h1>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
La visita de La Pulseada a “la Vigil” se dio en el marco de una visita que el proyecto Libros que muerden –de La Plata– realizó por Rosario, al ser invitada por el Proyecto de Extensión <em style="margin: 0px; padding: 0px;">Saer. Las primeras siete cuadras</em>, de la Universidad Nacional de Rosario, una iniciativa que aborda la obra del escritor santafesino Juan José Saer desde la poética del espacio.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
<em style="margin: 0px; padding: 0px;">“Libros que muerden” </em>(<strong style="margin: 0px; padding: 0px;">La Pulseada</strong> Nº 112- Agosto 2013) es un proyecto que nació en el año 2006 de la mano del grupo La Grieta. Reúne los libros de literatura infantil y juvenil que estuvieron censurados en la última dictadura, y que por ese motivo estuvieron perdidos y dejaron de leerse. A lo largo de estos años la muestra ha llegado a decenas de lugares en todo el país.</div>
<div class="shareinpost" style="background-color: white; clear: both; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 22.1px; margin: 0px; padding: 0px;">
<ul class="socialwrap row" style="list-style-position: inside; list-style-type: none !important; margin: 0px !important; padding: 0px !important;"></ul>
</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: right;">
<strong style="margin: 0px; padding: 0px;"></strong></div>
Libros Animadoshttp://www.blogger.com/profile/13295942014434897570noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8375698390929757645.post-21001203493764281302015-07-09T09:05:00.000-07:002015-07-11T09:22:20.183-07:00Vacaciones de invierno en el Museo de Ciencias Naturales<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFRWyRdTGe8OPqXlumlirfJxGiWWQz8W0plNYQkxCKoHgkvJ8d3l6BglZ9xWMNc9p9ZRhNYydbHHZu9rZPQdHcEiw524t4APAdnNk8UCNHfXu21Al7emPWq2wXuOWhUwgHi-f2cjDHLUYf/s1600/museo+cs+nat.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFRWyRdTGe8OPqXlumlirfJxGiWWQz8W0plNYQkxCKoHgkvJ8d3l6BglZ9xWMNc9p9ZRhNYydbHHZu9rZPQdHcEiw524t4APAdnNk8UCNHfXu21Al7emPWq2wXuOWhUwgHi-f2cjDHLUYf/s400/museo+cs+nat.jpg" width="400" /></a></div>
<span style="background-color: white; color: #141823; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.3199996948242px;">Desde hace más de un año distintos amig*s del Museo de Ciencias Naturales de La Plata querían que estuviéramos allí. Esta semana</span><span style="background-color: white; color: #141823; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.3199996948242px;"> arrancamos. Con medias puestas y preguntas para los flamencos. Una pared plagada de conversaciones de estos meses. Constelación abierta, fisurada. Siempre en el contrapunto. </span>Libros Animadoshttp://www.blogger.com/profile/13295942014434897570noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8375698390929757645.post-16983408439596458042015-07-08T09:11:00.000-07:002015-07-11T09:22:49.059-07:00Las historias de la infancia, prohibidas<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgr6GjrVxqKYNBoFM0_-a_UOxYr7pp_HP6uEZcT2ERtLK-el6zaGTenamLAdhhBKhE__LJx2RMCPsMFPTlpFbDJ4wERZQol9znOpZYUHsyVwfOdC_qUyAPlTRtsMoJ2UBQ59LVJDc_qA1b-/s1600/11705161_10206794170672123_928969582826041706_n.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgr6GjrVxqKYNBoFM0_-a_UOxYr7pp_HP6uEZcT2ERtLK-el6zaGTenamLAdhhBKhE__LJx2RMCPsMFPTlpFbDJ4wERZQol9znOpZYUHsyVwfOdC_qUyAPlTRtsMoJ2UBQ59LVJDc_qA1b-/s200/11705161_10206794170672123_928969582826041706_n.jpg" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La muesta ya puede visitarse en el Museo </td></tr>
</tbody></table>
Compartimos la nota de la periodista María José Lucesole, para el diario LA NACION, sobre la muestra<b> Libros que Muerden</b> en el <b>Museo de Ciencias Naturales de La Plata.</b><br />
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<a name='more'></a><br />
<i>Una singular muestra de libros infantiles y juveniles prohibidos durante la última dictadura militar se exhibe desde hoy en el Museo de La Plata con el título Libros que Muerden.</i><br />
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Irreverente. Intempestiva. Irrespetuosa. Intransigente. Así se presenta la muestra dedicada a la censura en la Argentina, organizada por la Universidad Nacional de esta capital. Se trata de una muestra itinerante que está integrada por volúmenes de cuentos ilustrados, enciclopedias y manuales, y que invita a reflexionar sobre la construcción de la memoria colectiva.<br />
<br />
Laura Devetach, autora de varios de estos libros prohibidos, reflexionó sobre aquellos años: "Mataban palabras y mataban personas. Pero vamos a seguir afirmando, con Juan Gelman: A pesar de los genocidios la lengua permanece, sortea sus agujeros, el horror que no se puede nombrar".<br />
<br />
Los libros Picaflores de cola roja y La torre de cubos, de Devetach, son algunos de los ejemplares presentes en esta muestra. En la exposición se exhibe también otros ejemplares de autores nacionales: Aire libre y Juguemos en el mundo, de María Elena Walsh; El elefante ocupa mucho espacio y otros cuentos, de Elsa Bornemann; El gallo pinto, de Javier Villafañe, entre otros. Hay también obras de autores internacionales: El Principito, de Saint-Exupéry, y La niña que iluminó la noche, de Ray Bradbury.<br />
<br />
En el mismo espacio se dictarán talleres gratuitos. "La literatura infantil y juvenil fue considerada por la dictadura cívico-militar un medio de potencial peligrosidad para la transmisión de ideologías adversas al régimen, que mediante la censura, el autoritarismo y la represión cultural se introdujo en el ámbito educativo y en la vida cotidiana de las personas", informó la universidad.<br />
<br />
"Esta muestra recupera los libros infantiles que fueron proscriptos y prohibidos, los hace presentes como objetos que retornan de su desaparición y olvido social, pues remueven los recuerdos", se dijo desde esa casa de estudios.<br />
<br />
La propuesta es indagar en la historia reciente a través del arte y la literatura; conocer o recordar el universo ficcional de las décadas de los 60 y los 70, y generar lecturas para pensar el pasado y el presente y abrir preguntas acerca de por qué fueron censurados estos libros.<br />
<br />
El Grupo La Grieta es responsable de esta recopilación de libros y enciclopedias. La vocera de este grupo, Gabriela Pesclevi, dijo: "Cuando un libro sacude a sus lectores, es porque los cree vivos y con posibilidades de cuestionamiento. Cuando comenzamos con la idea de aglutinar la literatura infantil y juvenil censurada durante la última dictadura, partimos de un lugar más impreciso que preciso, pero lleno de sacudones".<br />
<b><a href="http://www.lanacion.com.ar/1808577-las-historias-de-la-infancia-prohibidas"><br /></a></b>
<b><a href="http://www.lanacion.com.ar/1808577-las-historias-de-la-infancia-prohibidas">Ver nota completa </a></b>Libros Animadoshttp://www.blogger.com/profile/13295942014434897570noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8375698390929757645.post-64011857165038327832015-03-26T05:45:00.000-07:002015-04-05T05:46:39.950-07:00El Museo Quiere Saber - Con el GRUPO LA GRIETA y sus Libros Que MuerdenEl martes 24 de marzo se inauguró la muestra LIBROS QUE MUERDEN, en el marco de la Semana de la Memoria por la Verdad y la Justicia en el<b> Museo de Bernal</b>. La muestra puede visitarse hasta el martes 7 de abril.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe width="320" height="266" class="YOUTUBE-iframe-video" data-thumbnail-src="https://i.ytimg.com/vi/22fccpl725M/0.jpg" src="http://www.youtube.com/embed/22fccpl725M?feature=player_embedded" frameborder="0" allowfullscreen></iframe></div>
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¡Agradecemos a Silvia Durá y a todos/as los/as trabajadores/as del Museo de Bernal por la invitación!<br />
<br />Libros Animadoshttp://www.blogger.com/profile/13295942014434897570noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8375698390929757645.post-75115220623189058722015-03-09T05:38:00.000-07:002015-04-05T05:38:47.263-07:00Ayax Barnes y Beatriz Doumerc. Tal para cual<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAc4fKoLFI14ZZ2KSVVQ4veMqQMsvi5AYP5DhB5W3yq9ScdvGVe6yQS9bBBwfs8VZH0vKOsvLiDGdOXWCw7oFx3bxO38N9y4XB-4EumsprcLUfTslCGGP6bARLiWaH4W11PynYSGfgGBy4/s1600/Ayax.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAc4fKoLFI14ZZ2KSVVQ4veMqQMsvi5AYP5DhB5W3yq9ScdvGVe6yQS9bBBwfs8VZH0vKOsvLiDGdOXWCw7oFx3bxO38N9y4XB-4EumsprcLUfTslCGGP6bARLiWaH4W11PynYSGfgGBy4/s1600/Ayax.jpg" /></a>Más que invitados e invitadas a visitar esta muestra sobre Ayax Barnes y Beatriz Doumerc que organiza la Biblioteca Nacional junto con la Biblioteca La Nube. ¡Hay tiempo hasta julio!<br />
<br />
El Museo del libro y de la lengua de la Biblioteca Nacional, invita a recorrer la muestra Tal para cual. <br />
<b>Libros y obras de Ayax Barnes y Beatriz Doumerc,</b> realizada en colaboración con la Biblioteca y Centro de Documentación de la Asociación La Nube - Infancia y Cultura y el entusiasta aporte de Gabriel Barnes. La exposición presenta un importante número de publicaciones, ilustraciones originales, fotografías y textos, y busca incentivar a través de juegos y actividades el acceso a sus libros a nuevos lectores.<br />
<a name='more'></a><br />
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El dibujante Ayax Barnes (Rosario de Santa Fe 1926 - Barcelona 1993) y la escritora Beatriz Doumerc (Buenos Aires 1929 - Barcelona 2014), fueron prolíficos autores de literatura infantil y entre sus obras están clásicos innovadores del género como La línea y El Pueblo que no quería ser gris, ambos con un fuerte sentido de la justicia y la libertad, prohibidos por la última dictadura militar.<br />
<br />
<b>Marzo - Julio 2015 </b><br />
<b>Museo del Libro y la Lengua</b><br />
Av. Las Heras 2555 | CP C1425EID<br />
CABA República Argentina<br />
<br />
Teléfono: 4808-0090<br />
Correo electrónico: museodellibro@bn.gov.ar<br />
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Horario: Martes a domingo de 14 a 19 hs.Libros Animadoshttp://www.blogger.com/profile/13295942014434897570noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8375698390929757645.post-36196833215956888022014-12-18T05:27:00.000-08:002015-04-05T05:28:17.956-07:00Los oscuros años en que también la infancia fue condenada al silencio<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiFucGbNI_W8oIFu7aU64OviwwIvUrLsO-JZ6eacZIjoVJFbaIS_C3tbDcjEYAyGfD8xoJKP2n_PhtKOqtyXT37FQPtcDSxag3tluEqxhNEADd3Dcohyla1S7SVQTFjq4EEMUrtbaACBki/s1600/sin_titulo_21_copia.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiFucGbNI_W8oIFu7aU64OviwwIvUrLsO-JZ6eacZIjoVJFbaIS_C3tbDcjEYAyGfD8xoJKP2n_PhtKOqtyXT37FQPtcDSxag3tluEqxhNEADd3Dcohyla1S7SVQTFjq4EEMUrtbaACBki/s1600/sin_titulo_21_copia.jpg" height="213" width="320" /></a>Compartimos la nota realizada por la periodista Ivana Romero para <b>Tiempo Argentino</b>. Entrevistas realizadas con Gabriela Pesclevi y Protagonistas - Gabriela Pesclevi, una de las coordinadoras de La Grieta, y Sebastián Scolnik, coordinador del área de publicaciones de la Biblioteca Nacional.<br />
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<i>Libros que muerden, publicaciones infantiles censuradas durante la dictadura cívico-militar, de Álvaro Abós a Elsa Bornemann<span style="font-family: SourceSansPro, sans-serif;"><span style="font-size: 14px;"><span style="color: #333333;">.</span></span></span></i><br />
<i><span style="font-family: SourceSansPro, sans-serif;"><span style="font-size: 14px;"><span style="color: #333333;"><br /></span></span></span></i>
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<i><span style="font-family: SourceSansPro, sans-serif;"><span style="font-size: 14px;"><span style="color: #333333;"></span></span></span></i><br />
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<span style="color: #333333; font-family: SourceSansPro, sans-serif;"><span style="font-size: 14px;">Entre las diversas formas de abordar el pasado reciente, este trabajo se detiene en la literatura infantil prohibida durante la última dictadura militar. Pero Libros que muerden (literatura infantil y juvenil censurada durante la última dictadura cívico-militar 1976-1983) es, sobre todo, un libro de voces. Voces silenciadas de narradores como Álvaro Yunque, Javier Villafañe, Laura Devetach o Elsa Bornemann. Pero también, de todos los ecos que resuenan en un libro como artefacto cultural: quienes lo escriben, sí, pero también quienes lo ilustran y las editoriales que apuestan por estos textos. También, claro, los pequeños lectores. En ese sentido, el autoritarismo cercenó esta trama pero los libros para chicos se transformaron en una forma de resistencia contracultural. "Esta investigación es un conmovedor rescate de aquellas biografías que, en los pliegues del horror, hicieron de la literatura infantil un espacio para suscitar una imaginación nueva en un país que parecía condenado a sus más miserables expresiones existenciales", se indica en el prólogo. Editado por la Biblioteca Nacional, Libros que muerden reúne el trabajo realizado por el espacio cultural La Grieta, de La Plata, que rescató una colección de más de trescientos textos perdidos y prohibidos. En ese marco, Gabriela Pesclevi –una de las coordinadoras de La Grieta– se ocupó de seleccionar los materiales que el libro atesora. "Yo figuro como autora pero este es más bien un trabajo colectivo", aclara, en diálogo con este diario junto a Sebastián Scolnik, coordinador del área de publicaciones de la Biblioteca.</span></span><br />
<span style="color: #333333; font-family: SourceSansPro, sans-serif;"><span style="font-size: 14px;">"En 2006, a treinta años del golpe, decidimos reunir una colección de libros censurados. O, de manera más específica, reunir una constelación de textos que buscaban relevar la historia política pero también, el modo en que autores, editores e ilustradores establecieron vínculos resistentes. Esa colección se llamó Libros que muerden y de ahí salió este libro", cuenta Pesclevi. Y agrega: "Se trata de una polifonía de voces, el punto de partida para una reflexión no sólo sobre</span></span><span style="color: #333333; font-family: SourceSansPro, sans-serif; font-size: 14px;"> la censura sino sobre el libro y las infancias en la historia de la cultura y la literatura argentina".</span><br />
<span style="color: #333333; font-family: SourceSansPro, sans-serif; font-size: 14px;"><br /></span>
<span style="color: #333333; font-family: SourceSansPro, sans-serif;"><span style="font-size: 14px;">Scolnik explica que por esa razón la Biblioteca Nacional se interesó en el proyecto y decidió sumarla a su catálogo editorial. "Esta es una historia de la dictadura, de la infancias, de las literaturas, hecha con materiales heterogéneos. Es decir, relatos de lo censurado pero también, la resistencia a lo censurado, desde el autor a las editoriales. Tras conocer el proyecto, la Biblioteca decidió publicarlo porque es una historia de los escritores, de los lectores, de las editoriales pero también, una historia del presente", dice. Y amplía: "Lo que se censura es una trama cultural que es, a la vez, una forma de visión, condición de producción, una forma de constitución de un público lector. Esa trama también llega hasta ahora. Porque plantea el modo en que el mercado editorial se vincula actualmente con la infancia".</span></span><br />
<span style="color: #333333; font-family: SourceSansPro, sans-serif;"><span style="font-size: 14px;"><br /></span></span>
<span style="color: #333333; font-family: SourceSansPro, sans-serif;"><span style="font-size: 14px;">En ese sentido, es iluminador uno de los textos críticos del libro, a cargo de Judith Gociol, donde ella escribe: "La literatura infanto–juvenil no es inocente. Y en buena hora. Los militares que firmaron los decretos de prohibición de circulación de esos textos los leyeron bien. Justamente porque sabían que los libros eran y son fabulosos vehículos de transmisión de ideologías, de pensamientos, valores y de libertad, es que los perseguían. No por descalificarlos sino porque, al contrario, los ponderaban en su justa medida. El microcosmos infantil era y es un terreno especialmente fértil". Y también advierte sobre la situación actual: "De los sellos medianos nacionales sobrevivieron unos pocos, afortunadamente quedan Ediciones de la Flor, Colihue y no mucho más. Resultado del abaratamiento y la simplificación de la tecnología, y de la reactivación económica, se sumaron en los últimos años nuevos pequeños emprendimientos. Son los que hacen las apuestas de riesgo y aseguran la diversidad y calidad; los que salvan el honor y honran la labor libresca. Pero siguen sin ser quienes cortan el bacalao".</span></span><br />
<span style="color: #333333; font-family: SourceSansPro, sans-serif;"><span style="font-size: 14px;"><br /></span></span>
<span style="color: #333333; font-family: SourceSansPro, sans-serif;"><span style="font-size: 14px;">Para comprender mejor esto, es necesario repasar el contenido de Libros que muerden, que permite advertir cuán variadas eran las propuestas y qué evidente era el respeto hacia la escritura para chicos como un género nada menor. La primera parte rescata autores y obras de autores argentinos como la del jujeño José "Pepe" Murillo o Enrique Medina pero también de otros como Jacques Prévert –específicamente sus Cuentos para chicos traviesos, editados por Fausto– o Saint-Exupéry con su mítico Principito, que apareció en diversas listas negras junto con otros clásicos como Huckleberry Finn de Mark Twain. También se traza un recorrido por editoriales como Rompan Fila, que editaba textos de pedagogía con perfil libertario y crítico, como El pueblo que no quería ser gris o el Centro Editor de América Latina, con un justo homenaje a su creador, Boris Spivacow. También se incluyen libros escolares, textos cristianos como la Biblia Latinoamericana –considerada "satánica, sacrílega y mortal" por la cúpula eclesiástica en ese momento- y enciclopedias extranjeras como Salvat. Finalmente, se incluye un listado de los libros que integran la colección, disponibles para consulta en La Grieta, ubicada en calle 18 y 71 de La Plata.</span></span><br />
<span style="color: #333333; font-family: SourceSansPro, sans-serif;"><span style="font-size: 14px;"><br /></span></span>
<span style="font-size: 14px;"><span style="color: #333333; font-family: SourceSansPro, sans-serif;"></span></span><br />
<span style="color: #333333; font-family: SourceSansPro, sans-serif;"><span style="font-size: 14px;">Como señala Florencia Bossie en otro de los textos, Libros que muerden permite a los lectores reencontrarse con aquellos textos de las infancias silenciadas. Dice: "Esta muestra es una reunión, una colección, un verdadero archivo de libros que creíamos para siempre perdidos y hoy se reencuentran, se hermanan, se hacen biblioteca para que los autores los revisen, los editores se enorgullezcan, los ilustradores les den nuevos colores y sus lectores vuelvan a hojearlos, a tocarlos, a olerlos, a abrazarlos; para que nuevos lectores los disfruten y se pregunten e interpelen". «</span></span><br />
<span style="color: #333333; font-family: SourceSansPro, sans-serif;"><span style="font-size: 14px;"><br /></span></span>
<span style="color: #333333; font-family: SourceSansPro, sans-serif;"><span style="font-size: 14px;">Ir a la<a href="http://tiempo.infonews.com/nota/140522/los-oscuros-anos-en-que-tambien-la-infancia-fue-condenada-al-silencio"> nota original</a></span></span>Libros Animadoshttp://www.blogger.com/profile/13295942014434897570noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8375698390929757645.post-60422616739553743342014-07-16T05:32:00.000-07:002015-04-05T05:33:15.726-07:00Libros que muerden en el Liceo<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGxGeWjVbBtUSbyEesdwJY_PbEKptNGRjqp3pZmEWuhipM1xz2Swp8H5d4kWhu_lh7U9HQCg74KUB_gGPFgFpRAHHlBOoV092ghlxRKG21iMasSwN2USMpetF2GJiPnOQ4DvZp9ZuloYRu/s1600/CAM00050.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGxGeWjVbBtUSbyEesdwJY_PbEKptNGRjqp3pZmEWuhipM1xz2Swp8H5d4kWhu_lh7U9HQCg74KUB_gGPFgFpRAHHlBOoV092ghlxRKG21iMasSwN2USMpetF2GJiPnOQ4DvZp9ZuloYRu/s1600/CAM00050.jpg" height="320" width="240" /></a>Durante la mañana del jueves 10, los y las estudiantes de sexto año del Taller optativo "Libros que Muerden" de Liceo Víctor Mercante (La Plata) y el equipo del Grupo La Grieta realizamos una intervención en los pasillos del colegio, con el ánimo de compartir parte de esta muestra de libros prohibidos en dictadura, con los que hemos trabajado a lo largo de este primer cuatrimestre del año.<br />
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Montamos una muestra. Intervenimos las paredes y construimos un cadáver exquisito con las palabras de nuestros entrevistados: familiares y docentes del Liceo que revivieron con nosotros cómo era ser joven en dictadura.<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJwkY9d26TCk61pNYKb8kC4agnEdNQ8DFctqOCMPxXLtuKo20FMOLBBaGRk9NOGDSZEz8mO66EeYZIJeBcz4tJYpF5nadK1JYTDuiRDt7d2_tsYLQnt39_PDMXMEM8AfXTqixZAGcckc1A/s1600/CAM00052%5B1%5D.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJwkY9d26TCk61pNYKb8kC4agnEdNQ8DFctqOCMPxXLtuKo20FMOLBBaGRk9NOGDSZEz8mO66EeYZIJeBcz4tJYpF5nadK1JYTDuiRDt7d2_tsYLQnt39_PDMXMEM8AfXTqixZAGcckc1A/s1600/CAM00052%5B1%5D.jpg" height="240" width="320" /></a></div>
Hay libros que nos inquietan. Por eso presentamos "El libro rojo del Cole", en las voces de Sol, Santiago y Dalmiro. Acercamos "El nacimiento, los niños y el amor" a los transeúntes y jugamos con el Elsa Bornemman y su cuento "En la falda". </div>
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Gracias para las profes Graciela Caram y su maravilloso relato. Gracias!</div>
Libros Animadoshttp://www.blogger.com/profile/13295942014434897570noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8375698390929757645.post-38264584439282159382014-06-26T08:08:00.000-07:002014-06-29T08:08:53.560-07:00Seguir encendiendo la memoria<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguNeNtID2Rlx2HKwarVQEF48qkOdDGizeiGiZ-9mm57DFPLfdj_8QkotYVGuEUpRu95zYaYBdUNadZFv2hxGkez5yvE5ws0KhneXiZBsYnsF5djsc_OnEhHRV8buGzYsAjl8lZ1Je0cPfH/s1600/Placa+CEAL.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguNeNtID2Rlx2HKwarVQEF48qkOdDGizeiGiZ-9mm57DFPLfdj_8QkotYVGuEUpRu95zYaYBdUNadZFv2hxGkez5yvE5ws0KhneXiZBsYnsF5djsc_OnEhHRV8buGzYsAjl8lZ1Je0cPfH/s1600/Placa+CEAL.jpg" height="440" width="640" /></a></div>
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<span style="font-size: large;">Libros, palabras, miradas, acentos, un acto en una mañana frío, canciones. Y, también, una placa. </span></div>
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<span style="font-size: large;">Distintas formas de dejar marcas en los lugares que transitamos. </span></div>
Libros Animadoshttp://www.blogger.com/profile/13295942014434897570noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8375698390929757645.post-69061807705459478162014-06-15T07:54:00.000-07:002014-06-29T08:04:06.588-07:00Cuando los libros devienen en juguetes rabiosos<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiW46mq4q40UazT1z-c_WPGIXXQLRnAJz7OSsyv3hNkcoOir4BI7C3wKRlD0xBhPJkmOEdhyphenhyphenl6YjPv-nOImjtwOVMG-n9uFffuG91z9lmiMyL4PNdLp6uMFVKS2pFOVApq7W4fPVFmkGpJO/s1600/Radar.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiW46mq4q40UazT1z-c_WPGIXXQLRnAJz7OSsyv3hNkcoOir4BI7C3wKRlD0xBhPJkmOEdhyphenhyphenl6YjPv-nOImjtwOVMG-n9uFffuG91z9lmiMyL4PNdLp6uMFVKS2pFOVApq7W4fPVFmkGpJO/s1600/Radar.jpg" height="400" width="281" /></a>Compartimos la nota sobre Libros que Muerden escrita por Damián Huergo, publicada el 15 de junio en el suplemento Radar Libros de Página 12.<i>"<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 19.5px;">Libros que fueron olvidados, quemados, despojados de su potencialidad de sacudir la infancia de una generación de adultos. Libros que hoy vuelven a circular como preguntas, que están a disposición como juguetes. Libros que irrumpen con el peso de la memoria, que muerden con rabia, que recobran su fuerza al encontrarse con la parte que los completa, es decir los –nuevos y viejos nuevos– lectores.</span>", </i>dice Damián<i>.</i><br />
<a name='more'></a><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.5em;">El primer aprendizaje de los más chicos es por repetición. En su afán –inconsciente– de sobrevivir y socializar en un mundo que no entienden, toman como modelo a los adultos que los rodean. Imitan sus modos, movimientos, lenguaje. También sus prácticas. Apenas aterrizados a una sociedad de oferta y demanda, uno de los primeros juegos en que participan se basa en teatralizar el rol del mercader. Una barra, una mesa, una línea imaginaria, alcanza para figurarla como mostrador. El negocio más popularizado entre los infantes es el kiosco. La competencia es la juguetería o la tienda de videojuegos. En cambio, la investigadora Gabriela Pesclevi, en su niñez, jugaba a la librería. Junto a una amiga ponía una manta en la vereda de su casa y colocaban sobre ella –con prolijidad como si fuesen las piezas del Tetris– una pequeña colección de libros que tomaban al azar de las bibliotecas familiares. Una tarde, una señora que tenía el aro de la bolsa de los mandados colgado del brazo, les dijo: “Ese libro está prohibido. No puede circular. Mejor guardalo”. Las chicas lo miraron y no entendieron. En la tapa tenía la ilustración de un hombre con barba y sombrero. “Freud está prohibido”, reforzó la señora. Las chicas no sabían quién era Freud ni la noción de prohibición, menos, el concepto de censura. Se guiaron por la cara aterrorizada de la señora y lo escondieron. “Sería en el año 1975 o 1976”, recuerda Pesclevi. El libro era Usos y abusos del psicoanálisis, de Lawrence Friedman. Y desde entonces, como una pata de conejo totemizada, la acompaña desde hace más de cuarenta años de mudanzas, estudios, agites, silencios y barricadas.</span><br />
<div style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px;">
Usos y abusos del psicoanálisis nunca formó parte de la muestra Libros que muerden, que se planteaba rastrear, exhibir y difundir aquellos libros censurados durante la última dictadura militar. El recorte, el criterio de selección de la investigación –que derivó en la posterior exposición– estuvo perimetrado por libros infantiles y juveniles, textos escolares, libros cristianos, enciclopedias extranjeras y otras rarezas que no pasaban la frontera de la formación y el disfrute del adolescente. Sin embargo, para Pesclevi, el libro de Friedman fue un punto de partida, una pieza fundamental para reconstruir la memoria íntima, social y colectiva. Y, sobre todo, para darle un atisbo de voz al silencio espantado.</div>
<h3 style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 1.45em; font-weight: normal; line-height: 20px; margin: 10px 0px; padding: 0px;">
<span class="fglibros" style="color: rgb(125, 178, 12) !important;">LOS PASOS PREVIOS</span></h3>
<div style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px;">
La investigación Libros que muerden, publicada por la Biblioteca Nacional, es una continuación de la muestra de nombre homónima realizada por el colectivo La Grieta de la ciudad de La Plata. Como una coleccionista que disfruta de la trama más que del desenlace, Pesclevi –aleatoriamente– venía reuniendo libros que habían sido marcados, ocultados o directamente censurados por la dictadura, sin saber el motivo ni buscando una finalidad específica. Por lo pronto, se centraba en libros infantiles y juveniles. El interés en este sector de la biblioteca universal, surgió –por un lado– por el trabajo docente que venían haciendo –junto a Fabiana Di Luca– en los talleres de arte para chicos. Por el otro, una suma de acontecimientos, como conversaciones con personas exiliadas, la lectura de Un golpe a los libros, de Judith Gociol y Hernán Invernizzi, y la aparición de archivos con los decretos de las censuras, habían avivado una especial curiosidad. La idea era averiguar la finalidad de la vehemencia en el castigo y la exhaustividad de los censores que vetaban libros como Un elefante ocupa mucho espacio, de Elsa Bornemann, o Los zapatos voladores, que integra la mítica colección infantil “Los cuentos del Chiribitil”.</div>
<div style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px;">
Esos libros sueltos –que había juntado en ferias o fueron acercados por manos que los mantuvieron escondidos bajo tierra– tenían el sabor de las anécdotas inarticuladas que no dan cuenta de la totalidad de los sucesos. Por lo tanto, desde La Grieta se propusieron encauzar la investigación y las inquietudes en una muestra. El objetivo era no reducir la exposición al impacto efectista, poniendo sobre un estante el conjunto de libros recuperados. Sino que buscaba plantear –en palabras de Pesclevi– “una relación con el pasado y las memorias desde otros puntos de partida a los habituales en el campo de los derechos humanos y de las exposiciones librescas”.</div>
<div style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px;">
La muestra se preparó e inauguró al cumplirse el trigésimo aniversario del golpe de Estado, el 24 de marzo de 2006. La propuesta, cuenta Pesclevi, “era interpelar a los lectores con otras variantes. Habilitar conversaciones. Apelar a imaginarios y recuerdos de infancia. Nos planteamos generar contrapuntos entre los métodos de clausura y las formas de escritura llenas de apertura y desparpajo, a través de gestos, de acciones que desarrollábamos en vivo con los asistentes. Si bien el foco siempre lo pusimos en los libros, también abrimos paso a la noción de instalación. Por ejemplo, uno de los primeros objetos que nos acompañaron fue una vieja picadora de carne, de la que sacábamos papel picado por un lateral”.</div>
<h3 style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 1.45em; font-weight: normal; line-height: 20px; margin: 10px 0px; padding: 0px;">
<span class="fglibros" style="color: rgb(125, 178, 12) !important;">MANUAL DE INSTRUCCIONES</span></h3>
<div style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px;">
El formato libro de Libros que muerden no está pensado para cristalizar la muestra, como si fuese un bicho raro conservado en ámbar. Por el contrario, la recolección de datos, fuentes y análisis es una prolongación de la misma experiencia. Pesclevi señala que “la hechura del libro estuvo pensada para poder dialogar y generar encuentros, no sólo para apropiarnos de algunos versos, de algunas historias, sino para pensarlas como documentos”.</div>
<div style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px;">
Una de las virtudes del libro es valorar por igual la diversidad de documentos y enunciados. Libros que muerden es la síntesis de un exhaustivo trabajo arqueológico, lúdico y participativo. Las capas que lo componen son –a priori– dispositivos contradictorios que en el conjunto no desentonan. Incluye recuentos y versos de libros, biografías de autores infantiles, ilustraciones, recortes periodísticos, copias de los decretos oficiales, tapas de libros, análisis de obras, fotos de quemas masivas, glosarios, fragmentos de entrevistas hechas de primera mano y comentarios tanto de primeros lectores que hoy son adultos, como de chicos que permanecen en la primaria actual.</div>
<div style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px;">
Con una estética estridente, similar a la de los libros infantiles y a la de ciertos textos escolares último modelo, el volumen constituye un artefacto que se potencia en el collage, en la variedad visual y en la convivencia de lenguajes intergeneracionales. Por momentos, el libro asume el riesgo de resultar demasiado explicativo (por ejemplo, detallar qué es un decreto). Un riesgo que se corresponde con la ambición de pluralidad y la búsqueda de un alcance “no exclusivo a los docentes o estudiantes, sino de cualquier lector”.</div>
<div style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px;">
La investigación no estuvo sostenida por subsidios, becas u otras holguras económicas que ayudaran a desarrollarla en el tiempo. Tampoco tiene un perfil académico ni una ligazón a un marco teórico explícito. Por lo contrario, los análisis singulares de algunos autores y la –nombrada– proliferación de enunciados dialoga con cierta pedagogía de la crítica y la sensibilidad. Una pedagogía no sistematizada, que aflora desde diferentes plataformas educativas (por ejemplo, la revista Tráfico, el espacio Ver qué onda, etc.), que plantea que no existe conocimiento sin afecto y que considera el pensar con el otro como una práctica imprescindible para llevar al hacer cotidiano.</div>
<div style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px;">
En Libros que muerden, este pensamiento colectivo se pone en evidencia en la voz narrativa. Pesclevi escribe utilizando un nosotros plural y al mismo tiempo singular. En palabras suyas, es una voz que “aglutina a otros, a jóvenes que se acercaron a la experiencia, que nos acompañan en las muestras, sumándose con sus lecturas y apreciaciones. Un nosotros integrado por un grupo heterogéneo que habita La Grieta, en función del universo libresco que estimula procesos de lectura con otros”.</div>
<h3 style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 1.45em; font-weight: normal; line-height: 20px; margin: 10px 0px; padding: 0px;">
<span class="fglibros" style="color: rgb(125, 178, 12) !important;">PAPEL PICADO</span></h3>
<div style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px;">
Libros que muerden es –sobre todo– un estudio de la censura, entendida como una parte fundamental de la historia de la cultura argentina. La función de la censura es contribuir –con tijera, fuego y sangre– a la creación de un orden nuevo. La última dictadura cívico-militar se propuso instalar valores cristianos, occidentales, con una marcada mirada biologicista sobre la sexualidad, la adolescencia, la juventud y el amor. Entre los –varios– frentes de ataque planteados, sus hacedores consideraron fundamental actuar sobre el ámbito cultural, articulando la de-saparición de cuerpos con la supresión sistemática de símbolos, imaginarios, fantasías y tradiciones, como dice Paula Guitelman en La infancia en dictadura.</div>
<div style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px;">
El filo de la censura cayó tanto sobre prácticas individuales y colectivas (editoriales, bibliotecas, librerías, etc.), como en los lenguajes infantiles y juveniles, que debían ser uniformes, sin regionalismos ni connotaciones sociales. Según Pesclevi “se buscó silenciar distintos proyectos societarios, manifestaciones de la disidencia, expresiones libertarias, formas de emancipación alternativas a prácticas ortodoxas; en definitiva, la penetración ideológica. Había que silenciar a los infiltrados, militantes de organizaciones de base y trabajo barrial, unidades básicas. Había que clausurar la inmoralidad en el lenguaje, la inmoralidad sexual, los cabecitas negras, los jóvenes, los agitadores; los melenudos, los cuerpos deseantes”.</div>
<div style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px;">
Para sistematizar la censura se crearon espacios para una política de control sobre los libros, dirigidos desde el Ministerio de Educación y desde otros órganos educativos como la Dirección Nacional de Escuela Media y la Superintendencia Nacional de Enseñanza Privada. Entre los decretos y comunicados de la época, raspa por su sinceridad el documento “La subversión en el ámbito educativo: conozcamos a nuestro enemigo”. El mismo alentaba la participación de la familia y de los docentes –como agentes del Estado– a buscar “subversivos” entre los estudiantes de educación superior y en aquellos que aún seguían amasando la plastilina en los niveles más chicos.</div>
<div style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px;">
Como un octaedro, la coerción tuvo diferentes caras. Podía ser directa, marcando a autores y publicaciones en leyes y decretos difundidos en boletines oficiales. También crearon listas sin membretes gubernamentales que circulaban por bibliotecas, librerías o clubes barriales. O en ciertas “recomendaciones” sobre “el uso de la lengua castellana” y “valores nacionales” que señalaban las coordenadas creativas a autores que aplicaron la autocensura como una estrategia de defensa antes el terror. Como dice la escritora Laura Devetach: “No se trataba de prestigio académico que el libro estuviera o no en las librerías. Uno tenía un Falcon verde en la puerta”.</div>
<h3 style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 1.45em; font-weight: normal; line-height: 20px; margin: 10px 0px; padding: 0px;">
<span class="fglibros" style="color: rgb(125, 178, 12) !important;">LOS LIBROS ARRASADOS</span></h3>
<div class="izq" style="float: left; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 17px; margin: 10px 10px 5px 0px;">
<div class="foto borde1" style="background: rgb(255, 255, 255); border: 1px solid rgb(213, 210, 199) !important; font-size: 0.75em; line-height: 1.3em; margin: 0px auto; padding: 5px; width: 232px;">
<img alt="" src="http://www.pagina12.com.ar/fotos/libros/20140615/notas_i/sl25fo99.jpg" style="border: none; display: block; margin-bottom: 5px; text-align: center;" />Libros que muerden. Gabriela Pesclevi Biblioteca Nacional 303 páginas</div>
</div>
<div style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px;">
José Luis Mangieri fue el fundador y codirector de la revista y editorial La Rosa Blindada. Las obras que publicó no eran parte del universo infantil y juvenil que rastrea la investigación. Sin embargo, un testimonio de su hija –aparecido en el libro Es rigurosamente cierto, de Barrozo y Casabella– brama en el centro de Libros que muerden. Dice Andrea Mangieri: “Tengo diez años. La policía arrasó con los libros que cubrían cada pared de la casa. Miro a mi padre, miro descompuesta el silencio de los anaqueles. Me mira, saca de su valija negra un solo libro. Lo acomoda en un estante. El libro resuena y se expande a través del vacío”.</div>
<div style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 1.5em; margin-bottom: 15px; margin-top: 15px;">
Una sensación similar sintió Pesclevi al poner el primer ejemplar en un estante de la Biblioteca La Chicharra de la asociación civil La Grieta. En la actualidad, ese espacio lo ocupa la “Colección Libros que Muerden”. En fila aparecen títulos de Alvaro Yunque, Enrique Medina, Javier Villafañe, Jacques Prévert, José Murillo, Beatriz Dourmerc, Elsa Bornemann, entre otros, muchos otros. Varias centenas de libros que no pudieron estar arriba de aquella manta cándida en la vereda. Libros que fueron olvidados, quemados, despojados de su potencialidad de sacudir la infancia de una generación de adultos. Libros que hoy vuelven a circular como preguntas, que están a disposición como juguetes. Libros que irrumpen con el peso de la memoria, que muerden con rabia, que recobran su fuerza al encontrarse con la parte que los completa, es decir los –nuevos y viejos nuevos– lectores.</div>
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por Florencia Bossié*</div>
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirMq1TuSm45J6ZqfNfbRGIAk1wFNzFe1MslsiShHMoe6v5_0ciPsRDk8eR-FpB9HXD094DscGrbwxA3Bv4HOFtbUM7bgSeY-L7XOo1mpk7Y2yE1wQmB1Uhw8zm7QdeYR9ZN5Wlt80s1h09/s1600/Cat%C3%A1logo.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirMq1TuSm45J6ZqfNfbRGIAk1wFNzFe1MslsiShHMoe6v5_0ciPsRDk8eR-FpB9HXD094DscGrbwxA3Bv4HOFtbUM7bgSeY-L7XOo1mpk7Y2yE1wQmB1Uhw8zm7QdeYR9ZN5Wlt80s1h09/s1600/Cat%C3%A1logo.jpg" height="213" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Estamos felices de que el catálogo Libros que Muerden (Ediciones Biblioteca Nacional 2014) haya visto la luz, porque desde hace muchos años somos testigos de un trabajo de
plena convicción y militancia, no sólo para seguir el rastro de un libro por
cielo, tierra y mares, sino también por la certeza de que el estudio del mundo
de la niñez y la fantasía puede ser un aporte en la construcción de la memoria
colectiva. Una memoria sobre la que queremos insistir, reflexionar y
profundizar debates.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">El libro que hoy tenemos en nuestras manos es el producto de
una muestra que comenzó a conformarse en el 2006, con alrededor de 20 títulos
infantiles y juveniles que habían sido censurados en la última dictadura. Hoy,
esa misma muestra, llega a alrededor de 300 ejemplares. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Debo confesar que la palabra MUESTRA, siempre me resultó
pequeña para eso que gestó el grupo La Grieta, en un galpón del ferrocarril, en
La Plata. Para ser sincera, tampoco sé muy bien cómo nombrarla, pero podría
empezar contando que es una colección dentro de la Biblioteca La Chicharra, un
grupo de libros reunidos bajo una misma impronta, una suerte de exhumación de
esos que estaban sin que los viéramos, latentes, a la espera, sobrevivientes. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Podría decir también que esta muestra/colección es un archivo,
reunido para revisar el pasado reciente desde la literatura, que explica un
contexto, unos hechos, un tiempo. Un modo de llevar adelante el necesario <i>trabajo de memoria.<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">La muestra LQM no es una muestra convencional; los libros no
se montan detrás de vidrios y vitrinas, no están encerrados, sino que se ponen
a la mano de los lectores, como un modo particular de hablar de la censura, la
prohibición y las quemas de una forma distinta y en un acto de puro ligue con
la palabra, los dibujos, los colores, la infancia. Cada lugar al que llega se
transforma en un “taller”, un tiempo de acción, en el que las historias salen
de los libros con una impronta sugerente, juguetona, vivaz, inquietante. Interesa
más plantear inquietudes que certezas y, sobre todo, dejar que los lectores los
encuentren, porque pensamos a los libros como resplandor, como trincheras, como
instrumentos para el cambio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Es por eso que el libro que hoy se presenta es una suerte de
caleidoscopio, una constelación, una especie de guía que propone pensar a la
literatura para niños como una literatura que no es naif, ni mucho menos. Donde
la infancia es partícipe y es activa. Porque los libros que aquí se cuentan hablan
de cosas que a algunos no les gustaban: hablan del pueblo organizado para
pintar su mundo de colores, de una planta que da cuadernos a chicos pobres,
hablan de una familia en la que los niños no pueden ir a la escuela, hablan de
la falta de trabajo y de la explotación, de dedos verdes que persiguen a dedos
rojos, de un elefante en huelga, de la desigualdad, la diversidad, de la
injusticia y también de la esperanza que da el cambio por venir. Proponen modos
de pensar el mundo desde la infancia y junto con los adultos, son inclusivos y
tienen un discurso, una ideología, creen en imposibles y en la ilimitada
fantasía, por sobre todas las cosas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Este libro no tiene un afán de manual al modo escolar, sino
que propone saltos, derivas que invitan al lector curioso, avesado en los
laberintos de la literatura. Un lector que encontrará en él un mapa, un atlas,
un modo de narrar una colección en la que las “listas de títulos prohibidos” no
son tan importantes como los editores, las editoriales, los libreros, los
ilustradores, los autores. Su tono es variante, por momentos se torna alegre (aunque
no exaltado) y en otros, propone la reflexión (por ejemplo, incluyendo decretos
de censura o presentando el testimonio de los protagonistas). Indaga en lo
escondido y vedado en un clima ágil, amable, polifónico, sin dejar de lado la
contundencia. Aunque dice mucho también deja espacio a los necesarios
silencios. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><b>Trazar palabras y dibujos</b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Hay palabras resaltadas y juguetonas, como las del glosario de
Murillo (chilicote, yica, urpila, gualacote, chuña), y también las que eligió
Gabriela (calcomanías, urutaú, tijera, martes negro, Ernesto, tutucos, mamelucos,
chocolate, Chiribitil). Sin embargo, Libros que Muerden no elude otras palabras más difíciles y
sustanciales, como: decreto, inquisición, prohibición, quema, Operación
Claridad, complicidad, silencio, sistematicidad, tachadura, desaparición,
exilio, marxismo, circular, rojo, mercado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">El mundo de la ilustración tiene un rol preponderante; en él
los colores y las imágenes estallan, invitan, iluminan. Este libro siembra
inquietudes con preguntas, muchas, y respuestas, muchas. Es un libro para
grandes y para chicos que quieren conocer y jugar. Es uno de esos
imprescindibles. Puede abordarse academicamente, lúdicamente, o como un
catálogo que da ganas de ir a ver aquéllos libros “en vivo y en directo”.
Invita a la experiencia sensible, al despliegue de un archivo de libros que
vuelven, que resistieron a la persecución, la destrucción, y el olvido. Recorrer
estas páginas es un verdadero disfrute, no sólo por su formato y la calidad en
la edición, sino, y por sobre todo, porque es un invite a seguir profundizando,
dan ganas de conocer más. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Libros que Muerden reivindica a autores: Alvaro Yunque, José Murillo, Javier
Villafañe, Enrique Medina, Laura Devetach, Graciela Montes, Elsa Bornemann,
Jacques Prevert, María Elena Walsh, Beatriz Doumerc, Mario Lodi, Augusto
Bianco, Graciela Cabal, Margarita Belgrano, Beatriz Ferro, Hebe Clementi,
Beatriz Tornadú, Carlos Joaquín Durán, Mirtha Goldberg, Ernesto Camilli, Mario
Procopio, Beatriz Casiello.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">A ilustradores: Víctor Viano, Juan Carlos Marchesi, Elsa
Henríquez, Ayax Barnes, Martha Greiner, Chacha, Oscar Díaz, Oscar Grillo,
Horacio Elena, Clara Urquijo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">A editoriales: Claridad, Progreso, Fausto, Rompan Fila,
Editorial de la Flor, Centro Editor de América Latina, Jorge Alvarez, La
Pléyade, La Rosa Blindada, Estrada, Hachette, Huemul, Ediciones Paulinas,
Guadalupe, Salvat.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">A editores y trabajadores de editoriales y libreros como:
Boris Spivacow, Amanda Toubes, José Luis Mangieri, Emilio Pernas, Hernández.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Pero no es sólo un homenaje para los que sufrieron la
censura, sino también para esa generación de escritores, ilustradores y
editores que se atrevieron a cambiar la historia de los libros pensados para
chicos, que se animaron a hablar de temas que hasta entonces estaban vedados a
los niños, a hacer enciclopedias distintas, amigables, irreverentes,
desenfadadas, cercanas a los niños y jóvenes. Ellos pensaron de un modo
diferente al libro como un todo, como un juguete y también como una fuente de
pensamiento y libertad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">LQM también es un homenaje a los lectores: los que se entusiasmaron
con esos libros, los que los hicieron suyos, los que tuvieron que quemarlos,
romperlos y hoy se vuelven a reencontrar en esta muestra. Los que los regalaron
y los escondieron como tesoros que, en muchos casos, hoy son parte de esta
colección.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Este es un libro y a la vez es un acto político (en el que la
memoria no es una carga sino una fuerza imparable); es una reafirmación, una
huella, una obstinación, una certeza de que es necesario insistir en que (como
dice Judith Gociol en alguna de estas páginas) todo niño tiene derecho a comer
y también tiene derecho a leer, a la fantasía irreverente, indispensable,
imprescindible, inigualable, definitivamente, a una fantasía ilimitada.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Alguna vez alguien me dijo que en los ´70 había empezado a
escribir literatura infantil porque, en cierto modo, creía que era un lugar
desde el que podía resistir, donde la metáfora no era tan mal vista y donde
había encontrado un refugio. Porque eso también es la literatura, un modo de
expresión con el que nos sentimos hermanados y a cubierto. En algún tiempo esos
libros se retiraron sin replegarse y, como dice Didi-Huberman, hoy son
luciérnagas que iluminan con sus intermitencias, levemente, sensiblemente. Este
autor también dice que “Hay razones para el pesimismo, pero por eso mismo es
tanto más necesario abrir los ojos en medio de la noche, desplazarse sin
descanso, ponerse a buscar luciérnagas”. Desde el 2006 Gaby y tantos más, no
hacen otra cosa que reunir estas luciérnagas, para conformar esta “comunidad
luminosa” que es LQM. Por eso, todos los que de un modo u otro participamos en
este proyecto, queremos agradecer la generosidad de Gabriela, sus peleas constantes
por un mundo más amable y más lindo de ser vivido, su estado de poesía
permanente y por ser nuestra guía y una trabajadora constante de esta memoria. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">*Bibliotecaria e integrante de Libros que Muerden. Este texto es una adaptación de sus palabras en la presentación en la Biblioteca Nacional del catálogo de Libros que muerden.</span></div>
Libros Animadoshttp://www.blogger.com/profile/13295942014434897570noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8375698390929757645.post-23538295665463695382014-05-14T19:57:00.002-07:002014-05-14T19:57:31.799-07:00Libros que muerden en la Biblioteca de la UNLP<div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnQN0a6HYq8S3Du1Kvfwbf2N21s29U3Y1tqNkQYdQvE7s8KXdIILRp0OTqh52IVcqVSucOS6jsxTfitvxPr6PLGF6Qj3GDrwr59k-r0rq6m6yaYKlWGlmc8fm_0qSpHBpqn4w19ufXPnDV/s1600/afiche+libros+que+muerden.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnQN0a6HYq8S3Du1Kvfwbf2N21s29U3Y1tqNkQYdQvE7s8KXdIILRp0OTqh52IVcqVSucOS6jsxTfitvxPr6PLGF6Qj3GDrwr59k-r0rq6m6yaYKlWGlmc8fm_0qSpHBpqn4w19ufXPnDV/s1600/afiche+libros+que+muerden.JPG" height="400" width="282" /></a></div>
<span style="font-family: Arial;">El Grupo La Grieta y La Red de Museos de la Universidad
Nacional de La Plata invitamos a visitar la muestra "Libros que muerden.
Literatura infantil y juvenil censurada en Argentina".</span></div>
<div>
</div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial;">Del 26 al 30 de mayo </span><br />
<span style="font-family: Arial;">Hall Central de la
Biblioteca Pública de la UNLP - Plaza Rocha Nº 137 </span><br />
<span style="font-family: Arial;"> Lunes a viernes de 8 a
18,30 hs.</span></div>
Libros Animadoshttp://www.blogger.com/profile/13295942014434897570noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8375698390929757645.post-20848037480861390372014-03-21T07:40:00.002-07:002014-03-21T07:40:20.798-07:00Presentación del catálogo "Libros que muerden"<div align="center" class="MsoBodyText" style="background: white; line-height: 14.25pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="background: white; line-height: 14.25pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="background: white; line-height: 14.25pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<b><span style="font-family: HelveticaNeue, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Lunes 24 de marzo, 19hs – <o:p></o:p></span></b></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="background: white; line-height: 14.25pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<b><span style="font-family: HelveticaNeue, sans-serif; font-size: 13.5pt;">Galpón de Encomiendas y Equipajes del Grupo La
Grieta Calle 18 y 71 (La Plata) <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoBodyText" style="background: white; line-height: 14.25pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: HelveticaNeue, sans-serif;">Queremos invitarlos a participar de la
presentación del Catálogo "<b>Libros
que muerden"</b>, de Gabriela Pesclevi, integrante del Grupo La Grieta, y </span><span style="font-family: HelveticaNeue, sans-serif;">editado por la Biblioteca
Nacional<span style="background: white;">. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguM_ctV9E4yVwEQUIP-DuSpbV2zr_nN3wxumgknnvn5fYwEe0cOsA9xppIqKttU4CB6LEJMUYeCrDyF2d7G11fxhb8xGqxoyPIKvRGX4wWXSdBfkaEU5-UVKTiFr4mcL9cHHdEYPsq28Rz/s1600/1149007_794416330587884_1685826555_n.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguM_ctV9E4yVwEQUIP-DuSpbV2zr_nN3wxumgknnvn5fYwEe0cOsA9xppIqKttU4CB6LEJMUYeCrDyF2d7G11fxhb8xGqxoyPIKvRGX4wWXSdBfkaEU5-UVKTiFr4mcL9cHHdEYPsq28Rz/s1600/1149007_794416330587884_1685826555_n.jpg" height="400" width="295" /></a><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: HelveticaNeue, sans-serif;">La actividad será el <b>lunes 24 de marzo a las 19hs</b> <b>en
el Galpón de la Grieta, en 18 y 71</b> (La Plata). Estará a cargo de la autora
y de Gonzalo Chaves (escritor e integrante del Grupo La Grieta) y Judith
Gociol (periodista, investigadora y co-autora de “Un golpe a los libros”).
Además, se contará con la presencia de la banda Dúo Karma (Cuba).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: HelveticaNeue, sans-serif;">El trabajo da cuenta de la investigación del
proyecto homónimo encargado de recuperar y recopilar literatura infantil y
juvenil censurada durante la última dictadura cívico militar. Incluye
testimonios, biografías, curiosidades sobre los hallazgos, reseñas de los
libros encontrados y los que aún están en búsqueda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: HelveticaNeue, sans-serif;">Los invitamos especialmente y esperamos contar
con su presencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: HelveticaNeue, sans-serif;">Entrada libre y gratuita. Se agradece difusión.<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: right; text-indent: 14.2pt;">
<br /></div>
Libros Animadoshttp://www.blogger.com/profile/13295942014434897570noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8375698390929757645.post-66100555779484684492013-06-27T07:43:00.000-07:002014-03-21T07:43:49.343-07:00La memoria está encendida<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSXs7pJ9o1k4rB90uAz3FTa7nZXNT1cFmSlqo0ptD0MozhR5gTv356We7vW83YvBxC7wTS1VXHF3l4NQzXGk6508zEondOFgq2vinBnRJlnDzlXNaSKEAlekbkmv3PDi7yYIGiTcWbCpDM/s1600/CEAL.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSXs7pJ9o1k4rB90uAz3FTa7nZXNT1cFmSlqo0ptD0MozhR5gTv356We7vW83YvBxC7wTS1VXHF3l4NQzXGk6508zEondOFgq2vinBnRJlnDzlXNaSKEAlekbkmv3PDi7yYIGiTcWbCpDM/s1600/CEAL.jpg" height="212" width="320" /></a><span style="margin: 0px; padding: 0px;"></span></div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
<span style="margin: 0px; padding: 0px;"><br /></span></div>
En 1980, la dictadura incineró un millón y medio de libros del Centro Editor de América Latina. Ahora, en el mismo terreno baldío de Sarandí, el grupo La Grieta conmemoró ese hecho junto a referentes de la emblemática editorial que dirigió Boris Spivacow y proponía “más libros para más”. Amigos de distintas generaciones se acercaron para confirmar que los libros viven.<b><span id="more-6544" style="margin: 0px; padding: 0px;"></span></b><br />
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
<span style="margin: 0px; padding: 0px;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
<span style="margin: 0px; padding: 0px;"></span></div>
<a name='more'></a><br /><br />
<div align="right" style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
REVISTA LA PULSEADA / Por<b style="margin: 0px; padding: 0px;"> Josefina Oliva </b><span style="font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6;">Producción</span><b style="font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6; margin: 0px; padding: 0px;"> J.O. </b><span style="font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6;">y</span><b style="font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6; margin: 0px; padding: 0px;"> Daniel Badenes</b></div>
<div align="right" style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
Fotos<b style="margin: 0px; padding: 0px;"> Gabriela Hernández</b></div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
“Hasta hoy recuerdo a uno de esos policías que nos pidieron que les sacáramos una fotografía cuando empezaban a quemarse los libros, porque dijo que ‘la patrona’, su mujer, no le iba a creer que se quemaran libros. Mientras nosotros escuchábamos eso y le sacábamos la fotografía, pasaban algunos que salían de acá, de la fábrica, y gritaban: ‘¡Se queman libros! ¡Se queman libros!’”.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
La anterior es una de las escenas con las que <b style="margin: 0px; padding: 0px;">Amanda Toubes</b> recordó la quema de un millón y medio de libros del Centro Editor de América Latina (CEAL) en 1980. Fue en el acto que se desarrolló el 26 de junio pasado, a 33 años de aquel terrible episodio ocurrido en la última dictadura cívico militar en lo que fue un terreno baldío lindante con una fábrica de tambores, en la calle Ferré entre Agüero (hoy Crisólogo Larralde) y Lucena, de Sarandí, Avellaneda. A sólo cinco cuadras de allí, en Agüero y O’Higgins, funcionaba uno de los depósitos de esa mítica editorial, una de cuyas sus colecciones, la “Nueva Enciclopedia del mundo joven”, dirigió Amanda.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
El Centro Editor (como lo nombran muchos de los que trabajaron allí) <b style="margin: 0px; padding: 0px;">funcionó de 1966 a 1995.</b>Dirigido por <b style="margin: 0px; padding: 0px;">Boris Spivacow</b>, llegó a publicar 5.000 títulos, en varias colecciones: “Serie del encuentro”, “Los cuentos de Polidoro”, “Capítulo mi país, tu país”, “Siglomundo”, “Atlas total de la República Argentina”, “Biblioteca Básica Universal”, “Los cuentos del Chiribitril”, “Enciclopedia del pensamiento esencial”, “Primera historia argentina integral”.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
Orgullosos de pertenecer a ese mundo editorial, sus integrantes lo recuerdan como un lugar de intenso trabajo donde entre todos aprendían y eran muy compañeros; y destacan el rol que cumplía su director para llevar adelante semejante proyecto. “Su misión era que tuviéramos fondos para poder publicar. Era ‘amarrete’, cada peso lo multiplicaba por cinco —rememora entre risas <b style="margin: 0px; padding: 0px;">Sara Rietti</b>, que formaba parte del directorio de la editorial—. Le importaba mucho que el libro tuviera una entidad propia, que la gente muy sencilla se acostumbrara a tenerlo en la mano. Boris veía en el libro un instrumento de igualación, de acceso al conocimiento”.</div>
<h2 style="background-color: white; color: #474747; float: none; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 24px; margin: 0px; padding: 0px; width: auto;">
Los libros viven</h2>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
El acto realizado en junio último en Sarandí para conmemorar aquel crimen cultural fue organizado por el colectivo cultural platense La Grieta, que montó la muestra “Libros que muerden”. Este trabajo, desarrollado desde 2006, reúne literatura juvenil e infantil censurada en la última dictadura. Entre sus piezas se encuentran varias publicaciones de Centro Editor, como volúmenes de la “Nueva Enciclopedia del mundo joven”. De allí el interés por reunirse con Amanda.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
“Un 26 de junio de 2012 conocimos a la señora Amanda Toubes, el mismo 26 de junio, casi sin saberlo. La buscábamos, buscábamos la <i style="margin: 0px; padding: 0px;">Nueva Enciclopedia…</i>, la encontramos, la arrancamos de ese lugar donde estaba perdida en el ostracismo y la pusimos en las plazas, en las escuelas, en las manos de la plaza pública”, recuerda <b style="margin: 0px; padding: 0px;">Gabriela Pesclevi</b>, de La Grieta, que trabaja con la muestra de libros censurados desde su inicio. Con ese proyecto no sólo pretenden reunir los libros que se quemaron, que se prohibieron, que se perdieron o que debieron ser escondidos por sus propios dueños por la persecución de la dictadura: también investigan, rastrean y van en busca de quiénes los hicieron. Así llegaron a Amanda, e impulsaron un homenaje por aquellos libros que se destruyeron, por aquellas páginas que conforman ese fragmento de historia hoy recordado.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
Amanda, que trabajó en el CEAL desde 1973 hasta su cierre, compartió otro gran recuerdo: “Lo único que dije, y vuelvo a decir, es: ‘Si en este período se queman hombres, mujeres y niños, no importa que quemen libros. Los libros se vuelven a hacer, la gente no’. Quiero decirles esto porque en aquel momento, la muerte de un compañero, asesinado y tirado en un zanjón, y las personas queridas y desparecidas eran el verdadero símbolo de la dictadura. Los libros siempre son parte de las dictaduras, porque esos libros traen palabras, sueños… Traen lágrimas y risas. Los libros son nuestro refugio cuando estamos solos, cuando viajamos, cuando le leemos a un niño, a un hijo, a un nieto. Son la palabra que cubre las distancias de otros hombres y otras mujeres y otros sueños. Por eso los libros viven; por eso estamos acá”.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
Un año antes del acto —recordó Gabriela—, el equipo que trabaja con la muestra de libros había estado recorriendo las calles de Sarandí, buscando alguna pista, algún relato que pudiera aportar más información sobre la historia de la quema. Así dieron con un cartonero “que había estado el 26 de junio de 1980 tratando de agarrar unos cuantos libros y salvarlos del fuego, aunque no pudo”.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
También pudieron hablar con una kiosquera, “que vive a media cuadra de donde ocurrió la quema —agrega <b style="margin: 0px; padding: 0px;">Débora Elescano</b>, otra integrante del proyecto—. Era un relato como para volverla a escuchar y a leer, porque la señora al principio decía ‘no, yo no sé nada, no sé nada, siempre viví acá pero no sé nada’, y después cuando entró en confianza habló de los días y días que vio humo, que no sabía que era por lo del Centro Editor, pero que suponía que tenía que ver con la dictadura”.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
En el encuentro estuvieron presentes ex integrantes del CEAL, amigos (adultos, pero también jóvenes y niños) de Sarandí y de La Plata, unos 25 chicos del programa Envión (del Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia), e integrantes de la comunidad educativa de las escuelas 15 y 40, ubicadas en Avellaneda. “Tomamos contacto con la gente de la zona para que quedara algo en el tiempo, en el territorio. Por eso quisimos crear el vínculo con las organizaciones, que no fuera una cuestión aislada, y que hubiera gente invitada de la zona. Ese fue el deseo cuando empezamos a pensar en un acto”, afirma Elescano.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
Allí, frente al lugar de la quema, en una de las paredes de la fábrica de tambores, quedó colocada una placa que reza: “Más libros para más (la consigna con la que a Boris definía su proyecto editorial). Porque la memoria está encendida. A 33 años de la quema de libros del Centro Editor de América Latina. Grupo La Grieta. Ing. Jorge Ferraresi, intendente municipal. 1980 – 26 de junio -2013. Avellaneda”.</div>
<h2 style="background-color: white; color: #474747; float: none; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 24px; margin: 0px; padding: 0px; width: auto;">
Eso que había que hacer</h2>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
“Un 35 % de la literatura allí existente” tenía “tendencia ideológica cuestionable”, para el ojo censor de la dictadura en los exhaustivos análisis de contenido aplicados al material secuestrado en un operativo de diciembre de 1978, según consta en el archivo de la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (legajo DIPPBA Nº 12.505 de la “Mesa DS”). A pesar de los reiterados allanamientos, las bombas colocadas en depósitos y oficinas del Centro Editor y la persecución y censura que se aplicaba a la cultura en general durante la dictadura, Boris Spivacow —un licenciado en matemáticas, docente y editor, hijo de padres rusos, judíos y anarquistas nacido en Buenos Aires en 1915— no cesó de trabajar para editar libros y colecciones. Porque, como él decía, “no hacía nada de malo”.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
Su hijo, Miguel Spivacow, lo recuerda así en diálogo con <b style="margin: 0px; padding: 0px;">La Pulseada</b>: “Mi papá en algunos sentidos era ingenuo; por ejemplo, él estaba bien seguro de que no hacía nada mal, y la verdad es que no era un tipo político en el sentido de que no tenía ningún contacto con la guerrilla ni con algún partido político. <b style="margin: 0px; padding: 0px;">Pero lo que hacía mal, por lo menos para los militares, era publicar libros y publicar ideas</b>. Él decía ‘yo no hago nada malo, yo voy a explicar lo que hago’, y cuando él decía eso todos temblábamos, porque decíamos: ‘no papá, no es así’”.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
Miguel cuenta que en su familia vivieron esa época con mucho miedo. Más de una vez quisieron irse al exterior, pero su padre no quería saber nada. “Era extremadamente valiente, en lo que hacía no lo paraba nadie, y eso era publicar libros que eran peligrosos, peligrosos para los militares”.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
Un día, en la dictadura, Miguel acompañó a su padre a encontrarse con un abogado. Habían detenido a cinco empleados de uno de los depósitos del CEAL y los tenían de rehenes hasta que se presentaran las autoridades. “Le rogamos a mi padre que no se presentara”, cuenta Miguel. Pero no hubo caso. <b style="margin: 0px; padding: 0px;">“Hacía todas las cosas que uno diría ‘no hagas’. Por ejemplo, varias veces detuvieron a sus empleados y mi padre les seguía mandando el sueldo a la casa; o les mandaba libros a los presos en las cárceles.</b> Tenía un concepto así de que ‘eso hay que hacerlo’, y lo hacía. Era bastante sencillito el planteo”, recuerda Miguel entre sonrisas. En el camino a encontrarse con el abogado, Boris le preguntó a su hijo: “Miguelito, vos que sos médico, si me torturan, yo, ¿qué enfermedad puedo decir que tengo? Y sí… era sí”.</div>
<h2 style="background-color: white; color: #474747; float: none; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 24px; margin: 0px; padding: 0px; width: auto;">
Artístico, lindo y barato</h2>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
“¡Un buen libro por semana, al precio de una revista. Para que usted pueda seguir leyendo los mejores libros al 50% de su precio! Cómprelos semana a semana y forme la nueva biblioteca. ¡Un mundo de lecturas apasionantes! ¡Un proyecto cultural de extraordinaria importancia!”. Con este texto salía la publicidad del Centro Editor en la prensa gráfica. Una buena síntesis de los recuerdos que narraron los integrantes del CEAL que estuvieron en el homenaje.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
“Era una cosa muy de conjunto, tenía que ser artístico y barato. Dios sabe cómo, el resultado eran esos libritos que eran preciosos”, cuenta <b style="margin: 0px; padding: 0px;">Marcelina Jarma</b>, que se desempeñó como correctora del Centro Editor.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
Sara Rietti, que trabajaba además en el Consejo Directivo del decanato de la Facultad de Ciencias Exactas (UBA), donde Boris enseñaba análisis matemático, cuenta: “Yo decía que muchas veces no podíamos trabajar porque lo único que teníamos que resolver eran los pedidos de dinero de Boris para el Centro Editor. Siempre necesitaba más, pero bueno, después uno tenía la satisfacción de ver los libros en el kiosco de la Facultad, y <b style="margin: 0px; padding: 0px;">lo que más me emocionaba era ver gente muy sencilla, andando por la calle Florida, con una bolsita con libros</b>. Por ejemplo, cuando salió el <i style="margin: 0px; padding: 0px;">Martín Fierro</i>fue un <i style="margin: 0px; padding: 0px;">boom</i>, entonces yo iba a Florida nada más que para ver a la gente que salía de comprar el librito. Es decir, Boris es una persona que acercó el libro, la publicación, a la gente”, define Rietti.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
“Le importaba mucho que los libros fueran muy lindos, de muy buena calidad… que tuvieran característica de libro. Por ejemplo, a los libros chiquititos, como él era matemático, les había dado el formato para poder aprovechar el papel, lo mismo con los más alargados”, describe Jarma. “‘¿Cómo que eso es un libro?, ¡eso es una revista!’, se quejaba de las publicaciones que se decían libros y no tenían lomo. ´Tiene que ser un librito con lomo y estar bien puesto el número de la colección´”. Jarma repite una de las condiciones que ponía Spivacow para llevar adelante sus ediciones.</div>
<h2 style="background-color: white; color: #474747; float: none; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 24px; margin: 0px; padding: 0px; width: auto;">
Nunca dejaron de trabajar</h2>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
“Entrábamos a las 8 y a las 14.30 nos íbamos, pero trabajábamos a full —cuenta <b style="margin: 0px; padding: 0px;">Juan Carlos Giraudo</b>, encargado de coordinar la salida de las colecciones desde que recibía en mano los originales—. Venía el jefe de colección y a partir de ahí yo me hacía cargo hasta que el libro estuviera en la calle: lo mandaba a componer, luego a corregir, a hacer los vegetales, después se lo daba a la gente de producción y de ahí se mandaba a imprenta”.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
En el Centro Editor llegaron a ser 50 quienes trabajaban para sacar seis colecciones semanales, entre libros y revistas que tenían una fecha precisa de salida. Era un ritmo agitado. “Te daban el original una semana antes, tenías que mandar a componerlo, corregirlo, imprimirlo, todo en una semana”, agrega Juan Carlos.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
En ese marco, todos rescatan lo mucho que aprendieron, entre discusiones y un ritmo de producción que no se detenía. “Nunca dejamos de trabajar. Qué interesante, en los momentos más duros había que sacar fascículos, libros, ir a la imprenta, al taller, a todas partes… No se podía renunciar al trabajo, eso es lo que recordé hoy también —reconstruye Amanda—. No podíamos decir ‘pasó tal cosa, desapareció fulano, y hoy no trabajo’. Había que laburar”.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
En el homenaje en Sarandí se vio cuán gratificante era ser parte de una editorial que sacaba una publicación nueva todos los días, y al lado de Boris, un editor que trabajaba para que los libros llegaran a todos, empezando por su propio equipo de trabajo. “Cada vez que salía un nuevo libro, Boris los repartía a quienes trabajábamos allí, entonces todos teníamos todos los libros”, apunta Marcelina. “¡Sí!<b style="margin: 0px; padding: 0px;"> ¡Aunque fuéramos burros, todos teníamos libros! —</b>agrega Sara, y bromea—: Y de vez en cuando nos podía preguntar algo de alguno, ¡así que mejor que los leyéramos y nos pusiéramos al día!”.</div>
<div style="background-color: white; color: #474747; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13.333333969116211px; line-height: 1.6; margin-bottom: 15px; padding: 0px;">
<br /></div>
Libros Animadoshttp://www.blogger.com/profile/13295942014434897570noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8375698390929757645.post-57554765337238946132011-11-13T08:33:00.000-08:002014-06-29T08:25:09.145-07:00Un libro puede ser un punto de partida<div style="text-align: justify;">
<b><span style="color: black; font-family: inherit; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-BoldItalic; mso-bidi-font-style: italic;">Acerca de la experiencia Libros que muerden. </span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-BoldItalic; mso-bidi-font-style: italic;"><span style="font-family: inherit;">La colección de los libros infantiles y juveniles censurados en la última dictadura<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">por <span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Bold; mso-bidi-font-weight: bold;">Gabriela Pesclevi<o:p></o:p></span></span></div>
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<span style="font-family: inherit; font-size: 10pt;">Hace muchos años, supongo que sería en el año 1975 o 1976, tenía por costumbre todas las tardes jugar con libros y armar una suerte de tienda en la vereda de mi casa en la que exhibíamos, con una amiga, una pequeña colección de títulos. Si bien mi memoria es de una fragilidad importante, recuerdo dos cosas especiales de ese tiempo, en primer término lo que compartía recién: los libros que se piensan como parte de un juego. Que se apilan, se acomodan, se curiosean, se muestran a un público. Los libros que salen a la calle. Que se vuelven juguetes. Que son motivo de invenciones: no se sabe qué cuentan y entonces se inventa. Se cuidan. Circulan. Entran y salen y vuelven a entrar. Los libros que –sabemos‐ guardan enigmas. Alimentan promesas, son trampolines, molinetes, espacios de libertad y pregunta, entre tantas variantes. Me apoyo en Gianni Rodari (1987): Definir el libro como “un juguete” no significa en absoluto faltarle el respeto, sino sacarlo de la biblioteca para lanzarlo en medio de la vida, para que sea un objeto de vida, un instrumento de vida. Ni tan sólo significa fijarle unos límites. El mundo de los juguetes no tiene límites, en él se refleja y se interfiere el mundo entero de los adultos, con su realidad cambiante. Hasta figuran los tanques, por desgracia... Mucho se ha escrito sobre la importancia del juego en la formación humana. Pero quizás no creemos en aquello que escribimos y decimos, porque en la realidad cotidiana el juego y los juguetes aún son considerados como parte de lo que es superfluo y no como elementos de lo que es necesario: así se comportan, en la práctica, arquitectos y urbanistas, pero también la escuela, en la que para el juego existe la “hora de recreo”, bien diferente de la hora de “clase”, es decir de las “cosas serias”. [1]</span><span style="font-family: inherit;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: inherit;"></span></span><br />
<a name='more'></a><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: inherit;"><o:p></o:p></span></span></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: inherit;">En segundo término, recuerdo la historia de un libro en particular, o más que la historia de ese libro, lo acontecido una de esas tardes cuando una señora que solía frecuentarnos con generosidad ‐casi siempre nos dejaba un caramelo a su paso por los mandados‐ nos hizo un comentario singular:<o:p></o:p></span></span></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">“Querida, ese libro está prohibido. Ese libro no puede circular. Mejor guardálo.” El libro en cuestión, </span><i><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Italic;">Uso y abusos del Psicoanálisis </span></i><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">[2], en la actualidad forma parte de la muestra que inauguramos a los treinta años del golpe cívico militar en el marco de una actividad más amplia que hicimos junto a los compañeros de <st1:personname productid="La Grieta" w:st="on">La Grieta</st1:personname> [3]. El libro, durante más de treinta años me acompañó como un símbolo, como un tesoro, como eso que se vuelve preciado y secreto, y que probablemente condensa mucho más de lo que yo creí en su momento.<o:p></o:p></span></span></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">La experiencia </span><i><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Italic;">Libros que muerden </span></i><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">surge entonces de la necesidad y el deseo de reencontrarnos con los libros que durante muchos años sufrieron la censura. Nos pareció que este título </span><i><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Italic;">Libros que muerden </span></i><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">tenía algo de provocación. Queríamos provocar y decir que la literatura puede ser rabiosa; puede devorarse a sus lectores, producir sismos, generar diatribas. No pensamos desde la neutralidad. Detrás de esos libros, como de tantos otros entendemos a una literatura irreverente, que promueve diversos sentidos. Por ese entonces habíamos hecho un juego con muchos chicos de los talleres de literatura, tomando fotografías especiales con los libros y decíamos… si un libro puede morderte, nosotros podemos morder un libro y no por eso somos los tragas de la clase; roerlos y hasta masticarlos como lo hace Enrique, el increíble niño comelibros de Oliver Jeffers. La apuesta nos da un aire de antropófagos, nos conduce hacia una acción vital ligada al acto de leer, de mirar, de estar frente a un libro.<o:p></o:p></span></span></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: inherit;">Los libros que muerden sufrieron algo más que el olvido. Algo más que la acumulación del polvo. La intención fue aglutinar un material perdido, completamente disperso, en donde la construcción de los datos se fue haciendo como con un cadáver exquisito: un poco por aquí y otro poco por allí [4]. La idea fue compartir las lecturas, reflexionar acerca de la idea de la historia, las distintas historias que nos contaron, que fuimos viviendo, y la sed desbordante de la ficción. Intervenir en los textos, muchas veces restaurarlos, leerlos y luego ponerlos a la mano, dejarlos rodar. Compartirlos con otros fue y es la apuesta máxima; descubrir recorridos editoriales; características de una literatura que venía a ser ruptura de tradiciones más estáticas, aportar otro concepto de libro; por lo tanto: nos pusimos a pensar los libros destinados a niños y a jóvenes. Desde su origen la muestra persiguió un recorte: la colección de libros censurados en la última dictadura (‘76‐‘83) destinados para niños y jóvenes. A la que fuimos sumando títulos de los autores significativos y piezas que venían a contribuir con el concepto esencial: revisar cómo había actuado la censura en el campo de la infancia, cómo había sido pensada la infancia y la cultura durante el “proceso de reorganización nacional”. En el marco de ese contexto la censura se llevó adelante como un plan sistemático de exterminio a la diferencia; un proyecto de nación (“país”) construido en base al terror, a la exclusión; la inteligencia y la brutalidad más aciaga.<o:p></o:p></span></span></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
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<b><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Bold;"><span style="font-family: inherit;">Hallazgos, sentidos<o:p></o:p></span></span></b></div>
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<span style="font-family: inherit;"></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: inherit;">Hacia el 2006 la muestra se componía de unos quince títulos [5]. Hace una semana contamos aproximadamente unos doscientos. Comparto estos ingredientes porque tienen que ver con la idea de persistencia que nos trazamos en un comienzo y cómo la muestra alcanzó un crecimiento que permite aproximarnos algunos desciframientos. Abrirnos hacia el terreno de la investigación, de las conversaciones y de la escucha orientó nuestra tarea que podríamos enmarcar dentro de una práctica educativa particular. En el que todos vamos aprendiendo; en la apuesta de cada encuentro, pero así también a posteriori, cuando marchamos a casa y seguimos la pesquisa de algún libro que resta encontrar; o cuando nos queda rebotando el parlamento de alguien que pasó. Que aportó algo. En definitiva, cada relato, ya sea de un protagonista de ese tiempo, de un lector de ese tiempo o un pequeño niño nacido después del 2000 pueden sumar sentidos. Paradojalmente uno de los sentidos que fuimos encontrando, parafraseando a Juan Villoro es que “Las verdades de la ficción construyen una segunda realidad y en ocasiones determinan las formas de representación de la cultura con mayor eficacia que los testimonios del mundo de los hechos.” [6]<o:p></o:p></span></span></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
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<b><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Bold;"><span style="font-family: inherit;">La dimensión de la fantasía<o:p></o:p></span></span></b></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">Durante los primeros años de la muestra repetíamos a voz de sonsonete que teníamos la alegría de revisar las ficciones que signaron una época y que generaron nuevos lectores. Nuevas escrituras. Nuevas formas de pensar los libros para chicos. Definitivamente estamos hablando de eso. Pero hace falta subrayar que muchos libros que integran la muestra ‐para nosotros‐ tienen un valor documental más que razones estéticas que nos conmuevan [7]. Sí nos conmueven, sí nos movilizan las historias que empezaron a deslizar un lenguaje atrevido, sin finales felices o más bien con finales inesperados o abiertos como la mayoría de los cuentos de </span><i><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Italic;">La torre de cubos </span></i><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">de la escritora Laura Devetach [8]; o la obra con aire paródico de Jacques Prevert, </span><i><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Italic;">Cuentos para chicos traviesos</span></i><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">; sí nos cautivan varias historias telúricas de Murillo en las que nos presenta animales y pájaros del norte argentino como “Mi amigo el pespir” o “Cinco patas” o “Renancó y los últimos huemules” o “El tigre de Santa Bárbara”; nos eclipsan y nos mantienen en estado de alerta, de exploración permanente las ilustraciones fascinantes de Ayax Barnes, que permiten tener una autonomía en la página, es decir, poder leer la imágenes sin que estas sigan la literalidad del texto o abrazar una doble página ilustrada ‐propuesta de la colección de Chiribitil‐ del CEAL. Esto último tiene que ver con la idea de un libro desde todos los ángulos: desde el diseño hasta el contenido en diálogos multiplicados. Marcela Carranza siguiendo la huella de los libros de Barnes y en relación a los chicos comenta: “[…] El niño es invitado continuamente a jugar, a ser partícipe de ese mundo creado por el texto y las ilustraciones. Pero también Barnes se muestra como un artista que juega y experimenta: acuarelas, collages, sellos, figuras vacías construidas por líneas de contorno o saturadas de colores y texturas; los dibujos de Barnes ofrecen gran variedad de técnicas y recursos, pero al mismo tiempo un estilo inconfundible que cualquier lector puede identificar a primera vista.” [9]<o:p></o:p></span></span></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">El reino de lo posible, (emprendimientos como los del CEAL con </span><i><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Italic;">Polidoro </span></i><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">con la consigna “Más libros para más”, ideada por el mítico editor Boris Spivacow) o el reino de lo imposible, (</span><i><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Italic;">El viaje de Pelusa hacia el sol</span></i><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">.... o el hallazgo de los mismos libros perdidos) empezó a encender nuestras preguntas: ¿Hacia dónde nos orienta la muestra? ¿Qué cosas vamos aprendiendo de ella? ¿Qué constelaciones se abren? O dicho de otra forma: ¿qué imaginario queda en nosotros y en los otros? ¿Cómo dialoga la historia con la historia de la literatura? La muestra ‐Libros que muerden‐ activa una fibra vinculada a las emociones pero también al reconocimiento de referentes en el campo de <st1:personname productid="la LIJ" w:st="on">la LIJ</st1:personname>, líneas de trabajo, renovación y transformación de las formas de pensar a sus destinatarios pequeños y adultos por parte de los editores. La fantasía para estas cosas se vuelve como la respiración y siempre, como decía Rodari una vez más, es un instrumento para conocer la realidad. “Debemos rechazar esa tradicional oposición entre fantasía y realidad, en la que realidad significa lo que existe y fantasía aquello que no existe. Esa oposición no tiene sentido. ¿No existen acaso los sueños? ¿No existen los sentimientos por el hecho de no tener cuerpo? ¿De dónde sacaría la fantasía los materiales para sus construcciones si no los tomara, como de hecho hace, de los datos de la experiencia, ya que no entran en la mente más datos que los de la experiencia?” (Rodari, 1987).</span><i><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Italic;"><o:p></o:p></span></i></span></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<b><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Bold;"><span style="font-family: inherit;">Las preguntas. Un modo de aproximarse a los otros<o:p></o:p></span></span></b></div>
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<span style="color: black; font-family: inherit; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;"></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: inherit;">Como práctica educativa no hay dudas de que la muestra es una gran generadora de preguntas. Y al ser detonante de preguntas más que de respuestas lo que habilita es el diálogo y una manera de pensarla desde una polifonía de voces. Nuestro aprendizaje se construye de modo colectivo. Alguien tiró la piedra y cayó en el estanque, pero las aguas del estanque no están fijas sino que se mueven y abren órbitas que no tienen detención. Implica montar lo demolido, ir hacia los bordes; hacia el dilema del pasado que se configura también como una pregunta. Atendemos a las resonancias de las experiencias, los visitantes hablan, le ponen palabras a la muestra. Esas palabras conforman relatos que aparecen atravesados en una malla singular de relaciones. Hay cosas semejantes, cosas que se repiten, cosas absolutamente singulares, y hay frescura y hay reencuentro y hay una manera de posicionarse en el presente.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span style="font-family: inherit;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: inherit;">Para nosotros, la muestra, está atravesada de símbolos: cada palabra tachada se vuelve hacia una zona inquietante. Desde el primer momento coleccionamos los libros desconociendo aquello con lo que nos íbamos a encontrar. En la muestra se comparten algunos elementos de carácter informativo: quién fue su autor, dónde vivió, cómo se censuró la obra, pero en todos los casos nos ubicamos en el campo de las sugerencias… Y dejamos que las preguntas de los porqués se puedan contestar con respuestas fuera del blanco y del negro. Incluso lejos del aleccionamiento que cierra la discusión. En alguna oportunidad rodeamos el libro prohibido de un manto de palabras, puras palabras saliéndose de la hoja, las palabras que fueron señaladas, las que le objetaron a sus autores: alpargata, huelga, vientre, trabajo, deshollinador, cascote, libertad, entre tantas; En alguna otra ocasión pusimos una trituradora de carne, un objeto de hierro sobre la mesa y entre los libros, cayendo al suelo, papel triturado. En una de las últimas ocasiones [10] iniciamos la muestra con la lectura de cuatro decretos firmados por Mendez, Roman, Palacios y Harguindeguy. Un concilio algo demencial. Nosotras [11] en tono paródico, repitiendo la ordenanza. Sin ánimo de teatralización, pero con la convicción de que podemos incidir, a posteriori, en la discusión compartida: el lector/a, el que escucha, puede generar sus propias apreciaciones. Esto nos parece un punto de partida. La sugerencia, la indagación constante y atender a una puesta de la muestra. Poner los libros a la mano de los visitantes y no exhibirlos mediante una buena cartelería fue una elección central. Por eso, la exposición tiene un carácter personal en el que participan personas de todas las edades e intercambian y cuestionan, y en donde se toma apuntes, se hacen listas, se generan motivaciones; se aprecian las formas de tomar el libro en las manos; se escucha el silencio de la lectura y se escuchan las preguntas a contrapelo, o la espontaneidad de un chico de siete años que reclama: ¿todavía están prohibidos los libros? O la entrañable imagen: ¿quiénes hacen los libros?<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: inherit;">El punteo de todas las preguntas que fueron saliendo en el curso de estos años nos interpela y nos mantiene activos, siempre en estado de indagación, y el fervor reclama criticidad y la criticidad reclama una suerte de orden detenido y una manera de cruzar las razones con las intuiciones. Darle lugar al pensamiento intuitivo. Darle lugar a asociaciones que difícilmente aparecerían si nos centramos en una investigación de carácter más clásico o previsible. El carácter colectivo de la muestra está sujeto a oscilaciones; hace que nuestra galería sea infinita y que aquello que los lectores agregan o desagregan, alimentan o implosionan, nutra nuestra capacidad de asombro y/o desconcierto. En ese sentido apuntamos: “…Todavía recuerdo uno por uno, estante por estante, los más de quinientos libros que enterré en 115 entre 61 y 62 en 1975. Cuando volví a ese cementerio particular de mis viejos saberes, habían construido un chalet encima”. Mariano A. 23/7/2006. Esto aparece en el libro de notas de la muestra sin haber estado charlando con el visitante. Se trata de datos que suman y develan tradiciones, historias de vida. En la muestra se develan perfiles cuando un docente habla. Cuando calla. Existen maneras de relacionarse con el libro. De mirar el mundo. Se develan signos del pasado en el presente. Se develan ejercicios de la circulación de la voz y de la mirada. La muestra comprende al otro en situación de aprendizaje, porque todo el tiempo vamos aprendiendo. ¿Por qué un hecho tan doloroso como la clausura de un libro, puede movilizarnos de esa manera? ¿Qué ocurre cuando los libros pueden ser el puntapié de un encuentro? Cuando se presiente que detrás de un libro hay muchos otros.<o:p></o:p></span></span></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<b><span style="color: #2a2a2a; font-family: inherit; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Bold;">Notas</span></b></div>
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<span style="font-family: inherit;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">[1] Rodari, Gianni (1987) “La imaginación en la literatura infantil”. Revista Piedra Libre, año 1, nº 2. Córdoba. Disponible en: </span><span style="color: blue; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">http://www.imaginaria.com.ar/12/5/rodari2.htm</span><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></span></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">[2] Se trata de </span><i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Italic;">Uso y abusos del Psicoanálisis </span></i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">de Lawrence J Friedman (1972).<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">[3] </span><i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Italic;">Un golpe, varios gritos, mucho silencio</span></i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">. Así evocamos los 30 años del golpe. Entre varias propuestas: la muestra de estampillas en la que participaron más de treinta artistas, el relato de diversos protagonistas de <st1:personname productid="la Margarita Bel←n" w:st="on">la Margarita Belén</st1:personname> (Chaco), una instalación audiovisual de Libros que muerden, música y teatro. La búsqueda de libros estuvo a cargo ‐en un principio‐ de Josefina Oliva y Gabriela Pesclevi, ambas integrantes del colectivo cultural <st1:personname productid="La Grieta. Con" w:st="on">La Grieta. Con</st1:personname> el correr del tiempo y vista la resonancia del proyecto se sumaron más compañeras que hoy forman parte de </span><i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Italic;">Libros animados para chicos y grandes de <st1:personname productid="La Grieta. Equipo" w:st="on">La Grieta. Equipo</st1:personname> de promoción y difusión de la lectura: </span></i><span style="color: blue; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">http://www.lagrieta.org.ar</span><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">[4] El libro </span><i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Italic;">Un golpe a los libros </span></i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">de Hernán Invernizzi y Judith Gociol (2003) fue uno de los primeros libros sobre la censura ‐integrado a la muestra‐ a modo de referencia teórica, fue guía y fuente de muchos de los datos que manejamos en la actualidad. Podríamos sumar unos diez libros dedicados al tema publicados en <st1:personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</st1:personname> en los últimos años.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span style="font-family: inherit;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">[5] Los primeros títulos que guardamos: </span><i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Italic;">El pueblo que no quería ser gris</span></i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">. Beatriz Doumerc y Ayax Barnes (1975). Rompan fila ediciones. Buenos Aires; </span><i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Italic;">La ultrabomba</span></i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">. Mario Lodi (1975). Rompan fila ediciones Buenos Aires. La reedición de </span><i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Italic;">Un elefante ocupa mucho espacio</span></i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">. Elsa Borneman, luego encontramos la edición censurada de ediciones Fausto; mismo caso con </span><i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Italic;">La torre de cubos </span></i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">de Laura Devetach, al tiempo encontramos <st1:personname productid="la Edici�n" w:st="on">la Edición</st1:personname> de Eudecor, Córdoba, 1966; </span><i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Italic;">Mi amigo el pespir </span></i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">de José Murillo. Editorial Guadalupe; </span><i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Italic;">Dulce de Leche </span></i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">(libro de texto) de Carlos Duran y Beatríz Tornadu (1974). Editorial Estrada, Buenos Aires. </span><i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Italic;">Pelusa rumbo al sol </span></i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">de Enrique Medina (1976), ilustrada por Norma Bonet. Editorial Eskol.<o:p></o:p></span></span></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">[6] Villoro, Juan. “La historia como problema”. Disponible en: </span><span style="color: blue; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">www.catedrabolano.cl<o:p></o:p></span></span></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">[7] Aquí se detalla una mínima cita de los que fuimos encontrando a posteriori: </span><i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Italic;">Jacinto </span></i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">de Graciela Cabal, colección de Chiribitil del CEAL; </span><i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Italic;">El nacimiento, los niños y el amor </span></i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">de Agnes Rosentiehl (1976). Ediciones librerías Fausto, Buenos Aires. </span><i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Italic;">Nuestros muchachos </span></i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">de Alvaro Yunque (1975). Plus Ultra. Buenos Aires. Enciclopedias con la obra de Barnes, entre varios. Y </span><i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Italic;">Un libro juntos </span></i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">(libro de texto) de Beatriz Ferro recientemente encontrado. De todas maneras hay varios que seguimos buscando y hasta el momento no aparecieron en ninguna biblioteca. Ponemos por caso </span><i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Italic;">Cuentos para chicos traviesos </span></i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">de Jacques Prevert. Buscamos la edición ilustrada por Elsa Henríquez (1973) para Ediciones Fausto, Buenos Aires. El libro </span><i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Italic;">Cinco dedos</span></i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">. Colectivo libros para niños de Berlín. Editorial de <st1:personname productid="La Flor. Buenos" w:st="on">La Flor. Buenos</st1:personname> Aires, 1975. De ambos tenemos las copias y en el caso de Prevert disponemos de una edición francesa. Una aclaración que me parece pertinente es compartir que los espacios que recorrimos en la búsqueda se extiende desde librerías de usados, bibliotecas de toda <st1:personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</st1:personname>, bibliotecas públicas, particulares entre tantos.<o:p></o:p></span></span></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: inherit;">[8] Laura Devetach fue censurada por “objetivos no adecuados al hecho estético, ilimitada fantasía, carencia de estímulos espirituales y trascendentes” Así aparece escrito en la resolución Nº 480 del Ministerio de Cultura y Educación de Córdoba. 7/6/1979.<o:p></o:p></span></span></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">[9] En la revista virtual </span><i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Italic;">Imaginaria </span></i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">Nº 281 aparece un informe especial sobre Ayax Barnes preparado por la especialista. Disponible en: <o:p></o:p></span></span></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-family: inherit; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">http://www.imaginaria.com.ar/tag/n%C2%BA‐281</span><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">[10] Uno de nuestros últimos encuentros fue en el marco de las jornadas </span><i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Italic;">Memoria, educación y juventud. A 35 años de la noche de los lápices</span></i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">, realizadas en un Instituto de Formación Docente en Balcarce, Provincia de Buenos Aires.<o:p></o:p></span></span></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: inherit;">[11] En la actualidad el equipo lo integran: Manuel y Alejandro Negrin; Graciela Vanzan, Verónica Barbera, María Pagola, Florencia Bossie, Carolina Salvador, Kristel Best Urday, Malala Martin, Martina Dominella, Marcela López, Verónica Kovar, Débora Elescano y Gabriela Pesclevi.<o:p></o:p></span></span></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Bold;"><span style="font-family: inherit;">Bibliografía<o:p></o:p></span></span></b></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">Carranza, Marcela (2010): “Ayax Barnes”. </span><i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Italic;">Imaginaria </span></i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">Nº 281, disponible en:<o:p></o:p></span></span></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: inherit;">http://www.imaginaria.com.ar/tag/n%C2%BA‐281<o:p></o:p></span></span></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">Friedman, Lawrence J. (1972): </span><i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Italic;">Uso y abusos del Psicoanálisis</span></i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">. Barcelona, Plaza y Janes.<o:p></o:p></span></span></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">Invernizzi, Hernán y Gociol, Judith (2003): </span><i><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Italic;">Un golpe a los libros: represión a la cultura durante la última dictadura militar</span></i><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">. Buenos Aires, Eudeba.</span><i><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Italic;"><o:p></o:p></span></i></span></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">Rodari, Gianni (1987): “La imaginación en la literatura infantil”. Revista Piedra Libre, año 1, nº 2. Córdoba. Disponible en: </span><span style="color: blue; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;"><a href="http://www.imaginaria.com.ar/12/5/rodari2.htm"><span style="color: blue;">http://www.imaginaria.com.ar/12/5/rodari2.htm</span></a></span><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></span></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: black; font-size: 10pt;">* </span><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">Gabriela Pesclevi se desempeña en la actualidad </span><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">como coordinadora de Talleres de literatura para chicos y adultos en <st1:personname productid="la Asociaci�n Civil" w:st="on">la Asociación Civil</st1:personname> <st1:personname productid="La Grieta" w:st="on">La Grieta</st1:personname>, coordina el proyecto Arte y literatura para chicos y chicas dependiente de <st1:personname productid="la Subsecretar■a" w:st="on">la Subsecretaría</st1:personname> de Desarrollo de <st1:personname productid="la Provincia" w:st="on">la Provincia</st1:personname> de Buenos Aires y participa del proyecto de trabajo de promoción de la lectura del grupo <st1:personname productid="La Grieta" w:st="on">La Grieta</st1:personname> (</span><i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Italic;">Libros animados para chicos y grandes</span></i><span style="color: #2a2a2a; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">), lugar desde el cual también realiza seminarios especializados en LIJ. Además, escribe en diversos medios y es docente de <st1:personname productid="la Facultad" w:st="on">la Facultad</st1:personname> de Trabajo social en <st1:personname productid="la Universidad Nacional" w:st="on">la Universidad Nacional</st1:personname> de <st1:personname productid="La Plata." w:st="on">La Plata. </st1:personname></span><span style="color: blue; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">gabrielapesclevi@hotmail.com<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 10pt;"><o:p><span style="font-family: inherit;"> <span style="font-size: small;"> </span></span></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Bold; mso-bidi-font-weight: bold;">Publicado originalmente en: Sección La lengua desbordada. El </span><i><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-BoldItalic; mso-bidi-font-weight: bold;">t</span></i><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Bold; mso-bidi-font-weight: bold;">oldo de As</span><i><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-BoldItalic; mso-bidi-font-weight: bold;">t</span></i><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Bold; mso-bidi-font-weight: bold;">ier. Propuestas y estudios sobre enseñanza de la lengua y la literatura. Cátedra de Didáctica de la lengua y la literatura I. Departamento de Letras. Facultad de Humanidades y Ciencias de <st1:personname productid="la Educaci�n. Universidad" w:st="on">la Educación. Universidad</st1:personname> Nacional de <st1:personname productid="La Plata. ISSN" w:st="on">La Plata. ISSN</st1:personname> 1853</span><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-weight: bold;">‐</span><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Bold; mso-bidi-font-weight: bold;">3124. Año 2, Nro.3, octubre de 2011. p. 1</span><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-weight: bold;">‐</span><span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Bold; mso-bidi-font-weight: bold;">8.</span></span><br />
<span style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Calibri-Bold; mso-bidi-font-weight: bold;"><a href="http://www.eltoldodeastier.fahce.unlp.edu.ar/numeros/numero-3/lld-pesclevi-nro-3.pdf"><span style="font-family: inherit;">http://www.eltoldodeastier.fahce.unlp.edu.ar/numeros/numero-3/lld-pesclevi-nro-3.pdf</span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"> </span></div>
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