Compartimos la entrevista realizada por Diario Latino a Gabriela Pesclevi, integrante del colectivo “La Grieta” fundado en la ciudad de La Plata en 1993. Con ellos, entre las múltiples actividades que realizan, llevó adelante la investigación que dio origen al volumen Libros que muerden en el cual se analiza la literatura infantil censurada durante la última dictadura.
por Gito Minore
P-¿Cómo y por qué surge el colectivo “La Grieta”?
R-Surge hacia finales del año 1992/comienzos del 93 en función de un deseo de realización de una revista. Durante once años realizamos la revista La Grieta y alrededor de la ella hicimos una serie de actividades como recitales de poesía, charlas, proyecciones de películas, seminarios, y particularmente una actividad a la que llamamos “Muestra ambulante” que se desarrolló durante algunos años en el barrio Meridiano V., sitio en el que el grupo cuenta con su cede desde el 2004. A partir de ese momento se realizan actividades múltiples ligadas a los lenguajes artísticos. Dentro de este espacio se aloja la Biblioteca Popular La Chicharra donde se guardan algunas colecciones significativas: “Libros que muerden” (Literatura prohibida infantil y juvenil durante la dictadura); la obra completa de María Elena Walsh; “La muñecoteca”, una experiencia de varios libros y muñecos; “La colección Robin Hood”. La colección completa del Centro Editor de América Latina (que está en formación). Y otros libros de referencia en el campo de las artes y las juventudes.
lunes, 12 de febrero de 2018
lunes, 10 de abril de 2017
Libros que Muerden en Viedma, Río Negro. Un registro salpicré de nuestro viaje
Por Gabriela Pesclevi
La invitación la realizaron La Dirección de la Biblioteca Provincial del Maestro y la Secretaría de Derechos Humanos de Viedma, Provincia de Río Negro. Los tres días compartidos fueron no solo intensos sino llenos de frescura, de visitantes diversos, con fervor por la lectura, pero especialmente con preguntas y curiosidad por los libros prohibidos en la última dictadura cívico militar. Resonaron cantidad de comentarios, aportes que requerimos para encontrarnos con la memoria y con nuestro presente.
No podemos dejar de mencionar tanto a Claudia Czertok y a la Bibliotecaria de Derechos Humanos del Ministerio, Dalia Chaina Marilef, por sus gestiones afectuosas, e interés próximo, sino a cada uno de los que hicieron posible nuestra visita, al Vicegobernador de la Pcia. Pedro Pesatti y agradecer al mismo tiempo a cada una de las personas que trabajan en la Biblioteca del maestro que tuvieron hacia nosotr*s gestos muy singulares en los días compartidos: desde acompañarnos en la búsqueda de un repollo por los alrededores de la biblioteca, hasta cebarnos mate de yerbas, colaborar con una y otra cosa, subirse a una escalera inmensa, reflexionar sobre las cosas que nos ocurren y que le ocurren a la vida-devenir del libro, los oficios, las personas, cosas que consideramos esenciales. Notamos además en el espacio, fluidez para pensar qué significa estar frente a los lector*s hoy, cómo generar momentos de lectura.
Desde nuestra llegada y armado de la muestra pudimos intercambiar experiencias, concepciones del trabajo con niños jóvenes y adultos. Concordamos en la necesidad de estar dialogando con los adultos quiénes son los que median en situaciones de lectura con otros. Concordamos en la necesidad de mezclarnos, de abrirnos al humor, a la poesía, a la música, a la historia, a la fotografía, poder sumar desde lo sensible y desde un pensamiento crítico muchos disparadores para acercarnos a nuestro pasado reciente.
La jornada -además- fue exquisita en pliegues que se abrían dando chispazos de alegría, de desconcierto, de fervor por saber, y así aproximarse a una lectura, a otro que está allí y que no necesariamente estuvo atravesado por la censura de manera explícita y entonces, dejar algo en el aire.
En el collage de imágenes anotamos: a dos niñas, tal vez de trece años que anotaron en su cuaderno más de cuarenta palabras que les inquietaron de la historia de Margarita Belgrano, Los zapatos voladores. (CEAL) Su enumeración no solo tenía el gusto por las listas (divinas) sino por el sonido de cada palabra. Una de ellas un rato antes se había lanzado a cantar a capella: “Peligroso es, el gato que pes, que pesca y después…” acalorados aplausos la siguieron y su voz quedó sonando. Ese día nos acompañaron Luciana Allegrucci y Luis Andreani con guitarra y charango y la canción instrumental del poeta chileno Victor Jara y otras derivas risueñas del revés, en las que todos nos volvimos un poco instrumentos musicales. Conocimos a Cielo y su cabello gris ceniciento y a otros amig*s de la Asociación de familiares de desaparecidos, todos ell*s preparando actos por el día de la memoria, yendo y viniendo, con papeles, con remeras, con un vigor que se requiere para recuperar aún lo que está perdido, lo injusto, lo velado.
Supimos de una pareja que se acercó a mostrarnos sus libros, sus tribulaciones, nos aportaron información sobre un libro cristiano prohibido en 1977 y que aún no tenemos: Dios es fiel de Beatriz Casiello. Pasaron docentes de la Universidad, estudiantes completamente interesad*s, El director de las Ediciones de la Provincia; bibliotecarias de La Biblioteca Salesiana, que cuenta con un altar en la sala y su edificio muestra cientos de años de historia. Apareció Ceferino Namuncurá leído por Guillermo David, vimos el río Negro, cruzamos el puente, atendimos a la ondulación y la revuelta de las aguas. Aparecieron los negros esclavizados liberados en las costas de Carmen de Patagones, una deriva enorme con este tema nos persiguió por las noches, el corolario lo puso tal vez un descendiente de africanos, Paulo, el mozo enigmático de Sal y Fuego; Bea Coccia nos recitó el poeta puntano Lafinur, influenciada por comentarios de una sobremesa dadaísta.
Tuvimos la alegría de recibir en la muestra a Juan Marchesi y Lili y continuar la charla en el hermoso taller de los olivos. Fuimos a programas de radio, nos recibieron con empatía Carlos Espinosa y otros varios jóvenes. Hablamos de la caravana de los docentes, de la cabra, la rata, el perro y el conejo en el horóscopo chino de Squirru, hablamos de otros bueyes perdidos y del deseo de aunar nuestras prácticas, vernos envueltos en la misma materia del color y de las formas. Pablo Guichal nos contó las últimas películas que vio, y el deambular con espíritu gitano por las calles de Patagones durante todo el 2016.
En la muestra fuimos animales, escribimos palabras como maragatos, recitamos versos de memoria, hablamos sobre el sexo, la pasión entre los cuerpos, el conjunto de los números naturales y los números enteros… Escuchamos a una historiadora relatar la experiencia de un libro prohibido en la Biblioteca Sarmiento de Bariloche. Sabemos de qué hablaba, sin embargo en su relato notamos variaciones que suman y que siguen aportando a la reflexión colectiva. Anotamos la frase de Pilar Calveiro: “La memoria no solamente es múltiple, no solamente son memorias, sino que arranca de lo vivido, de la experiencia que toma como punto de partida lo que podríamos llamar la marca: la marca que la experiencia vivida graba, graba sobre el cuerpo individual o el cuerpo social”.
Nos encontramos con el libro Munduna, concierto en la laguna de María Cristina Casadei (Coedición Eudeba-Fondo editorial Rionegrino, 1987) Se encabalgan los versos y los bichos; supimos de un portal secreto, de un archivo perdido y encontrado en el que se denuncia la censura en el canal de Televisión de Río negro por mostrar imágenes de Guevara. Nos dejamos llevar por los gansos a mitad de la noche, reivindicamos lo público y la necesidad de lo público, encontramos algunos títulos y ediciones, perlas para atesorar, y echar andar.
Gracias a cada una y cada uno. Chicos, grandes, todos los que anduvieron por allí, dedicados nuestros saludos.
Fotografías de Carlos Espinosa, Gabi capturando una obra del grosisimo Marchesi en el bar frente al río!, y otra de Gabi eclipsada por los gansos.
lunes, 5 de septiembre de 2016
Censura, libros y bibliotecas: contrapuntos y experiencias argentinas y chilenas
¡Tenemos muy buenas noticias!
La semana que viene recibiremos en La Plata a María Angélica Rojas y José Ignacio Fernández, dos escritores y bibliotecarios de Santiago de Chile que en 2015 editaron el libro "El golpe al libro y a las bibliotecas de la Universidad de Chile".
Tendremos varias actividades organizadas desde La Grieta y la UNLP, como parte de los actos de conmemoración de los 40 años del golpe cívico militar en Argentina.
L*s invitamos a debatir y pensar la importancia de la censura en la región, a compartir experiencias, a saber qué pasó en nuestras bibliotecas, nuestras escuelas, nuestras universidades...
Recurrir al pasado, excavar en los recuerdos, en un presente cada vez más vivo...
¡L*s esperamos!
lunes, 25 de abril de 2016
Palabras Ardientes. Memorias en construcción
Este jueves 28 y viernes 29 de abril llegará la muestra LIBROS QUE MUERDEN a la Universidad Nacional de San Luis, a las indómitas tierras de San Luis, espacio de huarpes, comechingones y pampas. Serranía austera y chocos que le ladran a la noche. La muestra no es solo un "muestra" de una serie de libros de literatura infantil y juvenil censurados durante la última dictadura militar, porque "mostrar" se vuelve un verbo monstruoso que agita, rescata, devela, grita, abre, lee, ensaya, invita, denuncia, devora y nos interpela.
Ida y vuelta al Paraná
Paraná es una palabra que nos encanta. Tiene el vaivén del río y ese acento final que deja una música sonando en el aire, como un pala pala o una canción de cuna costera.
Según los paranaenses, en Paraná todo queda "acá a la vuelta". Así dimos vueltas y vueltas por la Escuela Normal -primera escuela del país, nos contaron- con valijas llenas de libros, un tatú carreta algo inquieto, cintas de peligro y atriles varios. Desplegamos la muestra sobre mesas centenarias con cajones intrigantes.
Charlamos con más de 1500 personas; conocimos a Gilda de La Caminante, a la tía mirta, al señor y la señora del bufete, a Rosario, a Abril que leyó con Renzo "Un pueblo que no quería ser gris" y a Juan Martín que es un apasionado de la historia y los archivos de todo tipo.
Nos hicieron preguntas, algunas que pudimos contestar y otras que no. ¿Por qué hay una calabaza en la muestra? ¿Qué es lo simbólico? ¿Qué significa ideología confusa? ¿Por qué estuvieron prohibidos los libros? Volvimos a jugar con la letra I y arriesgamos respuestas acerca de hasta dónde puede llegar la Ilimitada Fantasía.
En el camino de vuelta leimos El Caballo Celoso, de Javier Villafañe. Siempre tenemos el deseo de salir con nuestra propia Andariega.
Cruzamos el puente subfluvial y descubrimos que los libros que muerden, además de ser peligrosos, son sumergibles.
De los viajes siempre volvemos con más ganas de viajes.
Gracias a la Secretaría de Extensión y Derechos Humanos de la FHAyCS por la invitación
Según los paranaenses, en Paraná todo queda "acá a la vuelta". Así dimos vueltas y vueltas por la Escuela Normal -primera escuela del país, nos contaron- con valijas llenas de libros, un tatú carreta algo inquieto, cintas de peligro y atriles varios. Desplegamos la muestra sobre mesas centenarias con cajones intrigantes.
Charlamos con más de 1500 personas; conocimos a Gilda de La Caminante, a la tía mirta, al señor y la señora del bufete, a Rosario, a Abril que leyó con Renzo "Un pueblo que no quería ser gris" y a Juan Martín que es un apasionado de la historia y los archivos de todo tipo.
Nos hicieron preguntas, algunas que pudimos contestar y otras que no. ¿Por qué hay una calabaza en la muestra? ¿Qué es lo simbólico? ¿Qué significa ideología confusa? ¿Por qué estuvieron prohibidos los libros? Volvimos a jugar con la letra I y arriesgamos respuestas acerca de hasta dónde puede llegar la Ilimitada Fantasía.
En el camino de vuelta leimos El Caballo Celoso, de Javier Villafañe. Siempre tenemos el deseo de salir con nuestra propia Andariega.
Cruzamos el puente subfluvial y descubrimos que los libros que muerden, además de ser peligrosos, son sumergibles.
De los viajes siempre volvemos con más ganas de viajes.
Gracias a la Secretaría de Extensión y Derechos Humanos de la FHAyCS por la invitación
por Martina Dominella
lunes, 18 de abril de 2016
Libros que Muerden en Paraná
La Secretaría de Extensión y Derechos Humanos de la FHAyCS, invita a participar de la exposición, dedicada a la literatura infantil y juvenil censurada en Argentina durante la última dictadura cívico-militar. El acto de apertura y conferencia inaugural tendrá lugar el jueves 21 de abril a las 17hs horas en el Salón de Actos de la Escuela Normal «José María Torres» .
domingo, 20 de marzo de 2016
sábado, 12 de marzo de 2016
RETENIDO. A 40 años del golpe
En unos días en Argentina se cumplirán 40 años del golpe cívico-militar que sufrió el país entre 1976 y 1983. El 24 de marzo se conmemora el "Día nacional de la memoria por la verdad y la justicia" y con Libros que muerden tendremos un espacio especial en la Biblioteca Pública de la Universidad de La Plata, en el que los invitamos a reflexionar sobre lo que nos falta y a completar esas palabras entre muchos, con los grandes y sobre todo con los chicos. Porque conocer el pasado nos ayuda a interpelar el presente.
martes, 9 de febrero de 2016
Archivos que muerden. Fuente y faro de muchísimas cosas.
Acerca de los Archivos del portal de noticias Infojus
por Libros que muerden - La Grieta, ciudad de La Plata.
“¿Se puede ser archivista bajo cualquier condición y régimen político? ¿El archivista público o particular debe ponerse por encima de las conmociones sociales o de los partidismos de época?” Las preguntas las hace Horacio González en un artículo publicado en el número 1 de la nueva época de la revista La Biblioteca: “El archivo como teoría de la cultura”. Es una pregunta que no podemos dejar de lado en esta coyuntura como reflejo de lo ocurrido con el portal de Noticias Infojus y al mismo tiempo nos invita a reflexionar sobre criterios de archivos. El archivo como una experiencia no sólo documental, patrimonio que vuelve, que se hace presente ante sus lectores, con sus huellas, sus marcas, su capacidad de generar recuerdos y de dar cuerpo a una memoria personal y colectiva, sino como posible campo de lo imaginario. El archivo es una herramienta en la búsqueda de la justicia (como es el caso del archivo de la Comisión Provincial por la Memoria, de la ex Dirección de Inteligencia de la Provincia de Buenos Aires). Puede incidir además removiendo lo deificado o estanco y al mismo tiempo puede ser un disparador en el campo de lo creativo. De hecho los archivos son el gran insumo para la creación. Sabido es que todo archivo tiene sus propios huecos pero ¿qué pasa cuando esos huecos son generados conscientemente? ¿qué ocurre cuando el silencio del archivo se transforma en lo silenciado, lo que se quiere esconder, lo que es preciso no decir? Allí entonces, el caso es otro: lo que se hace es borrar, tachar, esconder. El nuevo criterio de selección echa por tierra el pasado y omite los documentos.
por Libros que muerden - La Grieta, ciudad de La Plata.
“¿Se puede ser archivista bajo cualquier condición y régimen político? ¿El archivista público o particular debe ponerse por encima de las conmociones sociales o de los partidismos de época?” Las preguntas las hace Horacio González en un artículo publicado en el número 1 de la nueva época de la revista La Biblioteca: “El archivo como teoría de la cultura”. Es una pregunta que no podemos dejar de lado en esta coyuntura como reflejo de lo ocurrido con el portal de Noticias Infojus y al mismo tiempo nos invita a reflexionar sobre criterios de archivos. El archivo como una experiencia no sólo documental, patrimonio que vuelve, que se hace presente ante sus lectores, con sus huellas, sus marcas, su capacidad de generar recuerdos y de dar cuerpo a una memoria personal y colectiva, sino como posible campo de lo imaginario. El archivo es una herramienta en la búsqueda de la justicia (como es el caso del archivo de la Comisión Provincial por la Memoria, de la ex Dirección de Inteligencia de la Provincia de Buenos Aires). Puede incidir además removiendo lo deificado o estanco y al mismo tiempo puede ser un disparador en el campo de lo creativo. De hecho los archivos son el gran insumo para la creación. Sabido es que todo archivo tiene sus propios huecos pero ¿qué pasa cuando esos huecos son generados conscientemente? ¿qué ocurre cuando el silencio del archivo se transforma en lo silenciado, lo que se quiere esconder, lo que es preciso no decir? Allí entonces, el caso es otro: lo que se hace es borrar, tachar, esconder. El nuevo criterio de selección echa por tierra el pasado y omite los documentos.
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