En 1980, la dictadura incineró un millón y medio de libros del Centro Editor de América Latina. Ahora, en el mismo terreno baldío de Sarandí, el grupo La Grieta conmemoró ese hecho junto a referentes de la emblemática editorial que dirigió Boris Spivacow y proponía “más libros para más”. Amigos de distintas generaciones se acercaron para confirmar que los libros viven.